"La mano de Fátima" es una novela épica donde la cronografía y carácter
están cuidados hasta el mínimo detalle. Donde las ideas y errores de un
colectivo son plasmados con bellas cinceladas sobre una piedra dura y
sangrante de la historia de España. La novela desde el principio a fin,
te mantiene dulcemente pegado a su desenlace. Los retales de religiones,
de creencias y la descripción de la sociedad del iniciado 1500 están
acariciados y desvelados perfectamente haciendo que nos interesemos por
la Historia.
La guerra, la expulsión, el esclavismo, el destierro, la crueldad,
la xenofobía y la xenofilia son y han sido actos del ser humano y entre
ellos, el amor, la confianza y la caridad han contrarrestado la vileza
de los actos llevados a cabo tanto por unos como otros en la defensa de
sus intereses. Quinientos años después y ahora, aún hay personas que
siguen cometiendo actos irracionales y brutales en el nombre de un Dios,
una autopía o un credo progresista. Así, tenemos un resultado y éste es
fácil de comprobar. Cuando un gobierno, una república o un rey mantiene
un estado - mecanismos gubernamentales para un desarrollo normativo- en
el cuál nos olvidamos de los desprotegidos, creyendonos perfectos y
abanderados del progreso y la libertad, beneficiando a los fuertes y
mantenemos diálogos con los que descriminan y someten; la xenofobia, el
exclusimo y la hostigación se vuelven contra el normal desarrollo del
conjunto de una sociedad. En la nación y el estado de la España de
1500 - “Una nación es un grupo unido por un error común sobre su
origen y una hostilidad colectiva hacia sus vecinos" Karl Wolfgang
Deutsch- se mantenía un pulso entre el nuevo absolutismo monárquico
y el devilitado feudalismo que se mantenía enquilosado en los hidalgos,
antiguos títulos y las disputas por los apellidos de los llamados
"castellanos viejos". En este caso el error fue olvidar las promesas
realizadas por los "Reyes Católicos" hacia la población musulmana en la
conquista de Granada. Dejar que la inquisición y sus "autos de fe"
fuesen una hoja de espada colocada en el cuello de aquellos que estaban
en contra de los desmanes de los cardenales. Mantener la esclavitud y el
vasallaje, permitir que avaros y usureros con títulos nobiliarios
expoliasen el patrimonio recien conquistado, en vez de abrazar y
proteger a los nuevos subditos del rey.
Las aljamas y las morerias sirvieron de getos. En ellos vivieron los
marcados, los infieles, el enemigo, aquellos que servian para descargar
los fallos y las faltas de un nuevo reino al mismo tiempo que la
expansión musulmana por el Mediterraneo acosaba las costas de un nuevo
estado, formado por la mal-unión de multiples coronas que nunca han
llegado a entenderse.
Hoy, para nuestro dolor, hay
personas que consideran que el terrorismo, las armas, las conquistas,
las invasiones y los bloqueos; están justificados para consegir la
independencia o la adhesión de territorios, la comercialización de recursos
energéticos o la obligatoriedad a una religión. La religión, la
libertad y el orden son la excusa para sus descabellados actos. La
triste realidad es que nuestra piel está pincelada con ideas, credos,
perjuicios y miedos que hacen que justifiquemos lo injustificable y que
no queramos ver las injusticias: hasta el punto irracional de hablar de
nuestros derechos a ser diferentes y marcar con nuestro dedo acusador a
aquellos que son diferentes a nuestros orgullos.
.
El libro..
.
La historia de un joven atrapado entre dos religiones y dos amores, en
busca de su libertad y la de su pueblo, en la Andalucía del siglo XVI.
1568. En el agreste paisaje de las Alpujarras granadinas, los moriscos sobreviven gracias a su duro esfuerzo a pesar de los continuos obstáculos que les imponen los cristianos viejos. Obligados a venerar unos símbolos religiosos en los que no creen, su descontento crece hasta estallar en una revuelta cruel y sanguinaria. Entre los sublevados se halla Hernando, un joven de catorce años que ha sufrido el rechazo de su gente debido a su origen: su madre, Aisha, fue violada por un sacerdote y él, apodado el nazareno, es el fruto de dicho ultraje. Forzado por su padrastro, Brahim, a trabajar como arriero desde muy niño, la guerra se convierte para Hernando en la oportunidad de demostrar su valía ante un pueblo que le desprecia. Su valor y su habilidad con los animales le hacen ganarse la confianza de Ibn Umeyya, el rey de al-Andalus, y la gratitud de Fátima, la joven madre de un pequeño a la que salva de una muerte cierta. No será la única a quien salvará en esta contienda. Debatiéndose entre la fe que le inculcó Hamid, el viejo alfaquí que se convirtió en el padre que nunca había tenido, y los desmanes que contempla cometidos en nombre de Alá, su buen corazón le impele a ayudar a Isabel, una niña cristiana cautiva, y a un noble castellano, don Alfonso, que le jura su eterno agradecimiento. Pero su honestidad le granjea también envidias y enemigos: sobre todo Ubayr, el arriero ladrón, y Brahim, su cruel padrastro, que no soporta los favores que el rey, y sobre todo la bella Fátima, prodigan a su hijo bastardo, del cual se venga maltratando impunemente a Aisha, su madre. Aprovechando la muerte del rey a manos de sus propios hombres, Brahim consigue condenar a Hernando a la esclavitud y contraer matrimonio con Fátima, la muchacha. Su puesto como lugarteniente del nuevo monarca parece hacerle invulnerable…
1568. En el agreste paisaje de las Alpujarras granadinas, los moriscos sobreviven gracias a su duro esfuerzo a pesar de los continuos obstáculos que les imponen los cristianos viejos. Obligados a venerar unos símbolos religiosos en los que no creen, su descontento crece hasta estallar en una revuelta cruel y sanguinaria. Entre los sublevados se halla Hernando, un joven de catorce años que ha sufrido el rechazo de su gente debido a su origen: su madre, Aisha, fue violada por un sacerdote y él, apodado el nazareno, es el fruto de dicho ultraje. Forzado por su padrastro, Brahim, a trabajar como arriero desde muy niño, la guerra se convierte para Hernando en la oportunidad de demostrar su valía ante un pueblo que le desprecia. Su valor y su habilidad con los animales le hacen ganarse la confianza de Ibn Umeyya, el rey de al-Andalus, y la gratitud de Fátima, la joven madre de un pequeño a la que salva de una muerte cierta. No será la única a quien salvará en esta contienda. Debatiéndose entre la fe que le inculcó Hamid, el viejo alfaquí que se convirtió en el padre que nunca había tenido, y los desmanes que contempla cometidos en nombre de Alá, su buen corazón le impele a ayudar a Isabel, una niña cristiana cautiva, y a un noble castellano, don Alfonso, que le jura su eterno agradecimiento. Pero su honestidad le granjea también envidias y enemigos: sobre todo Ubayr, el arriero ladrón, y Brahim, su cruel padrastro, que no soporta los favores que el rey, y sobre todo la bella Fátima, prodigan a su hijo bastardo, del cual se venga maltratando impunemente a Aisha, su madre. Aprovechando la muerte del rey a manos de sus propios hombres, Brahim consigue condenar a Hernando a la esclavitud y contraer matrimonio con Fátima, la muchacha. Su puesto como lugarteniente del nuevo monarca parece hacerle invulnerable…
.
Un poco de historia..
.
En 1492 es conquistada Granada y con esta fecha se inicia el
descubrimiento de America. Pero una fecha anterior, el 29 de mayo de
1453, la caida de Constantinopla, marca la tristeza y la xenofobia hacia
el mundo mulsulman y turco por parte de Europa y la cristiandad. La
Conquista de Granada , 2 de enero de 1492, es el final de la dinastia
Omeya, la desaparicion de la cultura arabe en España y el comienzo del
sueño de los desterrados.Varios intentos se llevaron a cabo para liberar
el antiguo reino musulman y todas no llegaron a fraguarse. El imperio
turco se expansiona y domina en el Mediterraneo, pero, Los Omeyas son un
pasado en la historia del Islam.
En la capitulaciones de Granada, los Reyes Catolicos ofrecieron unas
condiciones honrosas, las cuales fueron olvidadas, primero por Carlos V y
despues por Felipe II. Los musulmanes fueron tratados de esclavos,
robadas sus propiedades, pisoteados sus derechos y gracias a las cartas
papales, igual que ocurriera con las aljamas judias, obligados a
convertirse al cristianismo, interviniendo en esta cristianizacion
cardenales de la talla de Torquemada y Mendoza. Al final, en 1609, los
conversos, los nuevos cristianos fueron expulsados, siendo una amenaza
para la corona de España, en el error opuesto, aún hoy; muchos arabes
creen en la Guerra Santa y la conquista de Al-Andalus. Las creencias de
los hombres- éste es el error- son las armas de sus manos en vez de la
fuerza para unirlos.
,
Al-Khamsa
.
Es un símbolo en forma de mano que se utiliza tradicionalmente en el
mundo árabe como talismán para protegerse de la desgracia en general y
del mal de ojo en particular. Aunque tanto musulmanes como judíos
establecen un vínculo entre el significado del símbolo y sus propias
creencias, lo cierto es que es ajeno a ambas religiones, estando su uso
documentado desde la Antigüedad. El nombre puede encontrarse transcrito
también como khamsa y, en transcripciones del hebreo, como hamsa o
chamsa.
En algunos países recibe el nombre de mano de Fátima, en alusión a
Fátima az-Zahra, hija de Mahoma, y a veces ojo de Fátima, debido a que
algunas versiones del símbolo incluyen un ojo. Los judíos, por su parte,
con frecuencia lo llaman mano de Miriam (hermana de Moisés y Aarón) o
mano cinco. La forma más extendida del símbolo es la de una mano
simétrica: el dedo corazón en el centro, a sus lados el anular y el
índice, un poco más cortos que el corazón e iguales entre sí, y en los
extremos dos pulgares, también del mismo tamaño y algo curvados hacia
afuera. A veces contiene otros símbolos, como inscripciones de carácter
religioso, estrellas de David, ojos y otros elementos destinados a
aumentar su poder. Típicamente aparece en forma de amuleto (pendientes,
colgantes, etc.), en las puertas de las casas (a veces como aldabón), en
coches y otros lugares.
.
Sobre el autor..
.
Ildefonso Falcones de Sierra, es abogado,
conocido por ser autor del éxito de ventas del 2006, "La Catedral del
Mar", su primera novela de la que aconsejo su lectura.
Hijo de abogado y ama de casa, la defunción de su padre, cuando él
tenía 17 años, supuso el fin de su carrera deportiva como jinete. A esa
edad se había convertido en campeón de España Junior en la categoría de
salto. También destacó en hockey sobre hierba. Estudió en el Colegio de
los Jesuitas de San Ignacio, y posteriormente comenzó en la Universidad
dos licenciaturas (Derecho y Económicas), aunque decidió dejar la
segunda para compaginar Derecho con un trabajo en un bingo de Barcelona.
Actualmente trabaja como letrado en su propio bufete, situado en el
barrio del Eixample de Barcelona. Aunque ya se había iniciado en la
literatura, en estos últimos años ha compaginado el trabajo con su
pasión de escribir libros. Tardó cinco años en terminar su primera
novela.
.
No hay comentarios:
Publicar un comentario