domingo, 27 de enero de 2013

Poder y regímenes en el mundo árabe contemporáneo

Esta semana hemos contado en el Máster RelMed con las extra-mega-super-hiper interesantes clases del profesor Ferran Izquierdo de la Universitat Autonòma de Barcelona. La verdad es que todavía me encuentro en proceso de digestión de toda la información recibida.. Yo que era de por sí propensa a la "conspiranoia", asistir a estas sesiones ha sido ya lo que me faltaba para no creerme nada de lo que nos cuentan sobre el mundo y las relaciones internacionales. Su clara y objetiva explicación del conflicto árabe-israelí y su teoría sobre las relaciones de poder  han sido sin duda de lo más interesante que he oído en los últimos tiempos y, sobretodo sobre esta última, espero indagar más. Os dejo la introducción de uno de sus muchos libros que podéis descargar gratis en la página del CIDOB, "Poder y regímenes en el mundo árabe contemporáneo", el cuál espero tener tiempo para leer muy pronto porque tiene muy buena pinta. 
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"El siglo XXI comenzó con las miradas dirigidas hacia el mundo árabe y Oriente Medio. Sin embargo, esto no se debía al poder e influencia de los estados y sociedades de la región, sino, todo lo contrario, a su debilidad. La debilidad de las sociedades de Oriente Medio, incluida la iraní, ha convertido esta zona en el escenario privilegiado de la competición global por el poder. La región sufre de forma cotidiana las dinámicas violentas reflejo de tensiones globales. Una de las causas es el petróleo, pero no es la única. Otros factores como los sistemas de poder autoritario, herederos de los procesos coloniales y de liberación, y las injerencias exteriores, están en el origen de las difíciles condiciones de vida que la población árabe y mediooriental ha soportado durante generaciones.
La historia del mundo árabe contemporáneo es un fiel reflejo de las tensiones provocadas primero por el colonialismo europeo y después por el capitalismo globalizado. El poco éxito de las experiencias modernizadoras en el mundo árabe puede resumirse en la derrota de Muhammad Ali y su intento de crear un foco de desarrollo en el Egipto de principios del XIX. Siguiendo el ejemplo modernizador de las élites europeas, Muhammad Ali convirtió a Egipto en una potencia militar, política y económica. Sin embargo, tanto Londres como el sultanado otomano vieron en aquel crecimiento una amenaza para su poder y sus intereses. Así, los dos imperios se aliaron para someter nuevamente a Egipto al dominio de ambos. La victoria se expresó de forma explícita en la prohibición de continuar con el proceso industrializador y la obligación de desmantelar todas las manufacturas que pudieran implicar una competencia con la producción británica, poniendo punto y final a la experiencia modernizadora.
La capitulación de Muhammad Ali es seguramente también uno de los mejores ejemplos de la hipocresía colonial europea. Las élites de Londres y París justificaban su expansión como una «misión civilizadora » que debía llevar la modernidad política y económica al mundo no desarrollado. Sin embargo, cuando una sociedad del Sur conseguía entrar en el camino de la industrialización, estas mismas potencias no dudaban
en utilizar la cañonera para impedirlo. El desarrollo era una puerta a la independencia, por lo que era inadmisible para las potencias imperialistas y para el capital que ya se estaba mundializando.
El período colonial europeo en el mundo árabe fue una de las épocas más turbulentas de la región. Los colonialismos británico y francés se impusieron al mismo tiempo que estallaban las reivindicaciones de independencia en muchas de las sociedades árabes. El fin del Imperio otomano, derrotado por Gran Bretaña y Francia en la Primera Guerra Mundial, fue provocado también por la gran revuelta árabe por la independencia que tuvo lugar durante la guerra. Sin embargo, en la paz de París que siguió a la Gran Guerra, Londres y París no concedieron a los árabes la misma autodeterminación que sí aceptaron para las poblaciones europeas. Muy al contrario, las dos potencias mantuvieron su control sobre buena parte del norte de África, y se repartieron Oriente Medio e impusieron el sistema de mandatos sobre su población. Pero las luchas por la independencia no cesaron y las revueltas en Egipto (1919), Irak (1920), Siria (1925), el Rif (con Abd al-Karim de 1920 a 1925) o Palestina (1936-1939) fueron sanguinariamente reprimidas, sin dudar en algunos casos incluso en realizar bombardeos masivos contra la población civil, instaurando una práctica que aún persiste en la actualidad.
Si bien en esta época la inestabilidad en Oriente Medio y el Norte de África fue provocada principalmente por actores externos, a mediados del siglo XX, las independencias darían paso a la entrada en escena de nuevos actores. La creación de nuevos estados y la consolidación de la soberanía en los ya existentes desencadenaron la competición por el poder de las élites de cada uno de estos países. En general, estas nuevas élites eran débiles y poco homogéneas, por lo que la lucha entre ellas por lograr una posición dominante fue feroz. Esta pugna coincidió con el proceso de creación y fortalecimiento de los aparatos estatales, y con el esfuerzo de las propias élites por ganar legitimidad dando respuesta a las necesidades de una población que contaba con la capacidad reivindicativa heredada del período de lucha anticolonialista. Una y otra di námica favorecieron la concentración de los recursos de poder en el Estado y en manos de las élites que consiguieron hacerse con su control. Pero estas luchas también potenciaron la imagen de inestabilidad de la región, debido a los golpes de Estado, las represiones, las depuraciones y las injerencias ideológicas, políticas e incluso militares entre países vecinos. En los años cincuenta y sesenta, esta competición por el poder se regionalizó con choques entre aquellos dirigentes que contaban con la capacidad para luchar por el liderazgo del mundo árabe desde Egipto y Arabia Saudí, y en menor grado desde Siria e Irak. Sin embargo, una vez que estas competiciones tuvieron unas élites ganadoras que consiguieron concentrar el poder y establecer los regímenes de control de los estados y las sociedades, la turbulencia se vio sustituida por una estabilidad conservadora que perdura todavía hoy en día. Muestra de ello es que en muchos casos podemos hablar de élites que permanecen en el poder durante décadas. Como veremos, el control del Estado, la renta, el recurso a la represión y, en algunos casos también la ideología, permitió a los regímenes asentarse en el poder. A ello se le sumaron las alianzas con el exterior. Los apoyos de Washington y de Moscú durante la guerra fría, o de Estados Unidos y los gobiernos europeos en la actualidad, son sabiamente utilizados por los regímenes para asegurar su dominio.
Aun así, cuando dirigimos la mirada hacia Oriente Medio y el sur del Mediterráneo acostumbramos a recibir una imagen de inestabilidad, y violencia que contradice el estancamiento cenagoso de los regímenes autocráticos. Esta inestabilidad vuelve a tener principalmente causas exógenas, como las intervenciones militares, políticas y económicas norteamericanas, o la continuación de la colonización israelí de los territorios palestinos y sirios. La estabilidad nacional de los regímenes autoritarios árabes se ve alterada sobre todo por factores externos, salvo en las pocas ocasiones en que las crisis económicas provocan estallidos de protestas (o cuando algún grupo terrorista atenta contra la población, lo que nunca ha supuesto una amenaza real para las élites en el poder). En estos casos, como veremos, los regímenes utilizan distintos
mecanismos para asegurar su posición, como la cooptación de algunos líderes de la oposición, la aplicación de medidas de liberalización muy limitada y, también, la represión.
Vemos, pues, que los regímenes autoritarios árabes y sus élites han desarrollado una gran capacidad de supervivencia y estabilidad que contradice la imagen que nos llega de una región en constante agitación. Se impone, pues, un análisis que sitúe cada dinámica en su contexto y nos permita comprender estas sociedades tan cercanas, pero que al mismo tiempo generan tantas ideas preconcebidas e interpretaciones erróneas en Occidente.
El objetivo de esta obra es realizar un estudio de las relaciones de poder que definen los regímenes políticos en el mundo árabe actual, y proponer un enfoque y una metodología universales que superen estos prejuicios. La historia del mundo árabe contemporáneo se trata muy a menudo como una anomalía dentro del sistema internacional. Haciendo uso de una perspectiva heredera del orientalismo, que ya denunció Edward Said, se continúa analizando esta región y sus habitantes como un hecho exótico, complejo y sorprendente que no encaja en los parámetros habituales. Incluso se han construido aparatos teóricos específicos para ello. Sin embargo, el análisis de las dinámicas políticas y sociales de un país no puede basarse en una teoría específica para cada región. Los mismos instrumentos utilizados para estudiar e interpretar las sociedades europeas deberían ser válidos para las sociedades orientales, las del sur o las de otras épocas. Al fin y al cabo, las sociedades, a pesar de sus particularidades y diferencias, construyen su historia de acuerdo a dinámicas y tensiones muy similares. La Historia, las historias de todas las sociedades, se escriben principalmente en los momentos puntuales de grandes transformaciones, que tienen lugar cuando la población ve la necesidad de luchar por sus condiciones de vida y es capaz de movilizarse para mejorarlas. Y normalmente, después de las revoluciones que provocan los cambios, las sociedades se sumen en la calma de los grandes períodos de inmovilidad política en los que solo unas pocas personas —las élites— rivalizan por el poder. Estos períodos perduran hasta que la población vuelve a tener la capacidad de movilizase y provocar otro momento de renovación, recomenzando el ciclo.
Para comprender las dinámicas sociales, políticas, ideológicas y económicas en estas sociedades, como en cualquier otra, es necesario, por lo tanto, analizar las causas de este estancamiento, y también las fuerzas que intentan transformarlas. La democratización de algunos regímenes árabes que se anunció a principios de los años noventa parece haber quedado bloqueada por la resistencia de las élites a ceder su poder.
El análisis de las causas de este bloqueo nos conduce a la necesidad de identificar las élites y los movimientos sociales más influyentes en cada sociedad y su posición respecto al sistema político. Este libro presenta, en primer lugar, una propuesta teórica y metodológica que nos permite ofrecer una perspectiva general sobre el poder y los regímenes políticos en el mundo árabe actual. Los capítulos siguientes analizan la realidad en nueve países árabes con sistemas políticos, económicos y sociales muy distintos entre sí, ofreciendo una visión detallada y comparada de las dinámicas de las relaciones de poder en el mundo árabe. El Magreb está representado por tres países cuyos contrastes nos ayudarán a ver las diferencias, pero también las similitudes en sus estructuras de poder: Argelia, Marruecos y Mauritania —un régimen asentado en la renta, un régimen monárquico y un tercero basado en el poder de los militares y las estructuras tribales que tras una breve experiencia de democracia representativa regresó al viejo juego controlado por los generales—. Los regímenes de Egipto y Arabia Saudí no podían faltar en este estudio, por su peso intrínseco en el mundo árabe y por tratarse de dos modelos paradigmáticos de concentración del poder en manos de unas élites muy reducidas. El Creciente Fértil ofrece también enormes contrastes: Siria y la república hereditaria de los Assad, Líbano con su democracia basada en las diferentes comunidades, la división interna palestina, y la estable monarquía hachemí de Jordania. La comparación de los distintos casos permite apreciar que a pesar de la imagen de homogeneidad que ofrece en ocasiones el mundo árabe, la multiplicidad de modelos y la heterogeneidad de los regímenes es una realidad. Aun así, al mismo tiempo, también podemos observar algunas estrategias comunes en las élites para asegurar su permanencia en el poder, que incluso podrían extrapolarse a muchos otros regímenes de fuera de la región. Esto nos reafirma en la necesidad de aplicar una metodología y una pauta de análisis que sean útiles de forma universal, huyendo de las teorías específicas para cada caso."

lunes, 21 de enero de 2013

Los judíos vienen del Cáucaso y no del antiguo Israel


El 90% de los judíos del mundo no proceden del Israel bíblico sino de las tierras del Cáucaso. Es más, ni siquiera son del todo judíos. Su material genético es un mosaico de genes donde predominan los antiguos pueblos caucásicos, de Mesopotamia, ancestros europeos y hasta chipriotas, además de los semíticos. Según una investigación publicada en Genome Biology and Evolution, grupos de israelíes fueron llegando a aquellas tierras entre el mar Negro y el mar Caspio hasta que el imperio que los acogió se convirtió al judaísmo. Fueron estos conversos los que protagonizaron una nueva diáspora hacia Europa.
Origen de los judíos
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Este mapa plasma las rutas de las dos hipótesis sobre el origen de los judíos europeos: la de los jázaros, en amarillo, y la Rhineland, en marrón. / Genome Biology and Evolution
La historia, trufada de muchos gramos de mito, venía sosteniendo que los actuales judíos europeos (aquel 90% y que en realidad, tras el Holocausto, no viven en este continente sino en América y el moderno Israel) son descendientes de tribus israelitas y cananeas. Tras la conquista musulmana de Palestina en el siglo VII, la abandonaron para asentarse en Alemania (Ashkenaz, en hebreo). Posteriormente, en el siglo XV, un pequeño grupo de unos 50.000 individuos emigrarían hacia el este (Polonia, Ucrania Rusia…)  y en un sorprendente baby boom se multiplicarían hasta suponer el grueso de la población judía. Estos son los elementos básicos de la hipótesis Rhineland (o tierras del Rin, un río alemán) sobre el origen de los judíos europeos, que no incluye a los sefardíes o españoles (ver apoyo).
Sin embargo, el genetista de la Universidad Johns Hopkins (EEUU) y de origen judío Eran Elhaik ha realizado una investigación cuyos provocadores resultados desmontan varios mitos. La genética, según sugiere su estudio, sostendría que no hubo esa emigración seminal a Alemania o, al menos, el factor alemán no explicaría el origen de la mayoría de los judíos europeos. En realidad, estos procederían del Cáucaso. Allí, desde finales de la Edad del Hierro, emergió el imperio jázaro. Formado por una amalgama de tribus eslavas, escitas, iranias, turcas y hasta hunos y alanos, asistió durante siglos a sucesivas llegadas de judíos tanto de Palestina como de Mesopotamia, donde vivían los descendientes del pueblo hebreo que el babilonio Nabucodonosor II se llevó consigo tras destruir Jerusalén, en el 587 antes de nuestra era. Siglos después, los jázaros se convirtieron al judaísmo.

«Nuestros resultados dibujan el genoma de los judíos europeos como un mosaico»


ERAN ELHAIK
Genetista de la Universidad Johns Hopkins (EEUU)
“La conversión en sí no está en duda”, dice Elhaik. “Documentos encontrados en Egipto lo confirman”, añade. Aunque la extensión de la conversión aún es discutida, se cree que todo el Imperio jázaro, incluyendo sus tribus subordinadas y esclavos, mantuvo el judaísmo en los siguientes 440 años hasta la invasión de los mongoles, en el siglo XIII”, añade. En un proceso que recuerda a la expansión de los cristianos en el Imperio romano, los gobernantes y la aristocracia jázarose pasaron en bloque al judaísmo cuando ya una buena parte de su población se había convertido a la fe hebrea. La invasión mongola y la gran epidemia de peste de 1347 empujaron a los ahora judeo-jázaros hacia el oeste. Esta versión alternativa del origen de los judíos europeos se conoce como la hipótesis de los jázaros y no había podido ser confirmada hasta ahora, que empieza a haber suficiente material genético de los pueblos del Cáucaso disponible para su estudio.
Con los datos genéticos de 1.287 individuos de ocho poblaciones judías y otras 74 de gentiles, Elhaik realizó cinco diferentes análisis y todos le llevaron al origen judeo-jázaro de la mayor parte de los alrededor de 13 millones de judíos del mundo. Usó la frecuencia de alelos (alternativas de un mismo gen) diferentes entre distintos grupos poblacionales y, tomando a judíos palestinos y caucásicos (armenios, georgianos o azeríes) actuales como base para determinar el linaje, comprobó que el 70% de los judíos procedentes de Europa central y occidental y todos los orientales compartían más con los segundos que con los primeros.
También, en una especie de triangulación geográfica, donde los vértices eran los vascos, los pigmeos y la etnia china Han, la investigación sitúa los ancestros de los judíos europeos en el sur del Cáucaso. En otro análisis, basado en el grado de mezcla genética de segmentos de cromosomas volvieron a comprobar que el linaje caucásico domina, con un 38%, por delante de los genes europeos occidentales (30%) y de los mesopotámicos. “En conjunto, nuestros resultados dibujan el genoma de los judíos europeos como un mosaico de ancestros caucásicos y de Oriente Próximo, europeos occidentales, Oriente Medio y europeos orientales en proporción decreciente”, dicen en las conclusiones del estudio.
En suma, además de no haber llegado a Europa directamente de Palestina, los judíos se mezclaron con los gentiles mucho más de lo que cuenta la historia. Incluso, buena parte de ellos lo son por religión, no por origen.

El camino diferente de Sefarad

Aunque los llamados judíos sefardíes (españoles) no son objeto de este estudio, Eran Elhaik tiene algo que decir sobre ellos. En primer lugar, destaca que su expulsión de España en 1492 impide descubrir su origen debido a su dispersión por todo el Mediterráneos y mezcla tanto con las poblaciones autóctonas como con los judíos que ya vivían allí.
También recuerda que la distinción entre sefardíes y askenazíes es mas religiosa que genética. Según sus investigaciones solo hay un análisis que incluya esta distinción con judíos sefardíes de Bulgaria y Turquía. “El trabajó mostró un alto grado de heterogeneidad como podría esperarse de un escenario como el que he descrito”, dice.
Aun así, Elhaik se atreve a responder a la pregunta sobre el origen de los sefardíes antes de su expulsión de España: “La respuesta más probable es que los llamados judíos sefardíes fueran descendientes de grecorromanos convertidos y población local en los dos primeros siglos de esta era”.
- Publicado por Miguel Ángel Criado en esmateria.com

sábado, 5 de enero de 2013

Gay Muslims?

No se quién, ni de dónde, ni qué edad tendrá éste tal Abu Brahim pero, buscando información para un trabajo sobre un tema que no tiene nada que ver, he encontrado este post en una página llamada "Islamic Learning Materials". Realmente sorprenderme no me ha sorprendido, simplemente me ha confirmado una vez esa hipocresía que existe en el mundo musulmán sobre la homosexualidad que, a mí personalmente, me da tanta rabia. En una sociedad que separa los géneros de tal manera, el hombre no tiene acceso a mantener relaciones sexuales con mujeres hasta prácticamente el matrimonio, y como es normal "cuando no hay lomo, tocino como". He tenido ya bastantes discusiones sobre este tema, sobre lo que significa ser "gay" para un musulmán y lo que no, para muchos sería simplemente una necesidad, comparándolo con el ejemplo que narra Abu Brahim en su post del hombre que se encuentra en prisión, para ellos la cárcel serian las tradiciones culturales, impuestas o no. Ya no sólo por experiencia propia, simplemente hay que leer a varios de los más famosos autores árabes, contemporáneos o no, como por ejemplo Mohammed Choukri o el más espabilado de todos, Mohammed Mrabet, que después de haberle servido de juguete sexual a Paul Bowles durante tantos años, regresó a su tierra y se casó con una mujer como si tal cosa. Pero.. que hay de aquellos que sienten, se enamoran, aman,.. a alguien del mismo sexo? No tienen derecho a ser también musulmanes y no llevar una vida llena de falsedad e hipocresía? Atención al comentario sobre el post que también incluyo.. me ha dado mucha pena este pobre chico que espera que algún día Allah le ayude a curarse de su "enfermedad". 

How This All Started
I had no intentions of writting this article.
You see, I just found out that I’ve been nominated for a Brass Crescent award for Best Post or Series. My article “7 Things Your Muslim Husband Won’t Tell You” is the thing that got me nominated. The Brass Crescent Awards are annual virtual awards (there’s no real prize or money; just bragging rights) given to different Muslim blogs in various categories.
I’ve done my research on the Brass Crescent Awards and I know they were founded by a couple of Muslims who seem rather…I don’t know…soft and mushy to me. Basically, I’ve seen their writings and their work and they strike me as progressive, MSNBC, “Islam means peace” kind of Muslims.
So, I already know what some of what to expect of the other “Islamic” blogs that were nominated for awards.
As I was looking through the other Muslim blogs that were nominated, I noticed that quite a few of them were…quasi-pseudo-wannabe-kinda-sorta-half-stepping Islamic blogs. A lot of them promoted feminism, and not the Muslim-men-are-not-treating-Muslim-women-in-the-manner-taught-by-the-Prophet kind of feminism. This was that Western-pro-abortion-women-can-lead-men-in-prayer kind of feminism.
Eventually, I ran upon one blog called “Love Inshallah” about the love lives of American Muslim women.
I’m telling you the truth here, the instant I landed on the page, I felt a slight sickness within me. But I figured that maybe I was prejudging or getting jealous at the competition and forced myself to forge ahead.
Well, it only took about five seconds for my premonitions to prove correct. Right there on the opening page was the picture of some dude nicknamed “Hijabman.” The caption below the picture said the founder of “Love Inshallah” was married to Hijabman.
Progressive Muslims
Hijabman and his ilk are “Progressive Muslims.” In my opinion, they are some of the most dangerous people to Islam. They seek (knowingly or unknowingly) to destroy Islam from within. And the internet makes it all the more easy for them to carry out their mission.
These are the people that support women leading men in prayer. Who say Polygamy is wrong. Who think they understand the Quran better than the scholars of Islam. Who think it’s okay for Muslim women to marry non-Muslim men.
These are the Taqwacores. The Proggies. The Salman Rushdies and the Irshad Manjis.
These are the “Muslims” you want to keep your children away from. They are the ones who cheered whenAnwar Al-Awlaki died. They wear Islam like it’s a fashion statement yet do not stand for any of its principles.
They want to save the planet and stop the war, all the while they wage war on Islam in a subtle and underhanded way.
They are the so-called “moderate Muslims” the media loves to coddle yet they make up less than 1% of the entire Muslim population.
I love Allah and His Messenger (pbuh). I love the Quran and I love this deen (way of life). I am not afraid to call these people out.
Only Allah knows what’s in their hearts. But what I see, is nothing but evil.
The Litmus Test
I have a simple way to test someone I suspect of being “Progressive” (which is a misnomer since these guys do not bring “progress” to Islam; instead they demean Islam).
If I run across a blog and it’s starting to sound a little too squishy and soft, I do a search for the terms “homosexual” and/or “gay.”
Depending on the results that come back, that’s how I can determine what kind of mind is behind the blog.
If there are articles supporting gay marriage or trying to defend homosexuality in Islam or any crap like that, then I know I’m dealing with one of these cretins.
Once upon a time, I used to go to verbal battle against these wack jobs. I had a long, heated debate with Robert Salaam of The American Muslim because he wrote an article saying that homosexuals had the right to marriage. Here’s the article he wrote, but my comments have mysteriously disappeared.
But I don’t bother with that stuff anymore.
Allah has blessed me very sharp writing skills, plus a little bit of Islamic knowledge. I’m no scholar, but I definitely know more about Islam than these fakers. So I’m confident I can run circles around them on their own blog and make them look rather stupid in the process (hence the disappearance of my comments from the aforementioned blog).
However, I’ve matured over the years and I don’t think that’s the best use of my time or skills.
There really is no reason for me to write rebuttals against anyone’s defense of homosexuality in Islam. Most Muslims already know the deal. Even these miscreant so-called progressives know that Islam categorically outlaws homosexuality. Let’s just look at one passage from the Quran:
And Lot when he said to his people: “Do you commit such immorality as no one has preceded you with from among the worlds? Indeed, you approach men with desire, instead of women. Rather, you are a transgressing people.” But the answer of his people was only that they said, “Evict them from your city! Indeed, they are men who keep themselves pure.” So We saved him and his family, except for his wife; she was of those who remained. And We rained upon them a rain. Then see how was the end of the criminals. (Chapter 7, verses 80-84.)
In these five verses Allah describes homosexuals with such phrases as:
  •   Immoral
  •   Transgressors
  •   Impure
  •   Criminals
There are many, many more places in the Quran with similar harsh wording against homosexuality. So there should be no doubt that this act is forbidden in Islam. Allah hates it, and Muslims have no right to defend it and in fact should be foremost in speaking out against it.

How To Deal With This Issue
As much as I detest homosexuality, there are certain facts that I cannot ignore.
  •  There will always be a segment of the population that are gay. No matter what society. No matter what culture. It’s like southpaws and psychos. They will always exist.
  •   There are a lot of complex issues that make up human sexuality. It’s not so simple as being born one way or the other.
  •  A person can get used to it, and even learn to enjoy it if they allow themselves to walk down that road.
  • The last point may sound strange, but I’ve heard enough “coming out” stories to believe this to be true. I’ve heard of men in prison who were not gay before getting locked up. But in order to survive (at least in their mind) they decided to become someone’s girlfriend.
And I’ve heard other stories of immigrants to America who never even thought about homosexuality back in their home country. But then they came to America, landed in New York or Los Angeles, and a few years later they’re wearing rainbows and sleeveless turtlenecks.
My point is, I do not have a disgusted, visceral reaction to homosexuality among Muslims. It exists. It will probably always exist.
It is also impossible to determine why a person is gay. I believe that it is often the result of child molestation. Sometimes it’s something people just pick up and learn to enjoy, like the prison example above.
I’m not convinced that it’s genetic. If so, then it should have evolved out of the human race by now. However, it may be psychological.
But my personal opinion is that it is just pure emotional. It is a preference. Like some people like apples and don’t like oranges. Some men just like other men.
Can There Be Gay Muslims?
Since I’m convinced homosexuality is more a preference than it is a genetic flaw, I’m convinced that it is rightly forbidden in Islam.
So there is no reason for us to try to make excuses for gays and lesbians. They do have a choice. No man is forced to sodomize another man. And there is no line of argument that can convince me that such an action is natural.
Shaytan (the devil) whispers into their hearts and they succumb to his suggestions. And they do it often enough where it no longer seems wrong to them, and they may even justify and defend their actions. Thus, their hearts become sealed so no amount of evidence will make them think otherwise.
And We have certainly presented to the people in this Qur’an from every example. But, if you should bring them a sign, the disbelievers will surely say, “You are but falsifiers.” Thus does Allah seal the hearts of those who do not know. So be patient. Indeed, the promise of Allah is truth. And let them not disquiet you who are not certain.Chapter 7, verses 57-60
So, there can be gay Muslims. There can – and are – Muslims who engage in these actions.
Just like there are Muslims who are addicted to alcohol and addicted to drugs and addicted to pornography, there are Muslims who are addicted to having sex with the same gender.
The real point of the matter is how do these “gay Muslims” deal with their addiction? Do they acknowledge that it is wrong and try to stay away from it? Do they repent to Allah when they fall short? Do they hide their problems out of shame knowing that it is something reprehensible and should not be practiced freely and openly?
If so, then I hope and pray that Allah accepts their repentance and gives them a way out of their problem. I hope they learn the discipline that is required to resist their temptations. No doubt, this abstinence may be difficult, but I hope they will suffer in silence, knowing that the best reward is with Allah in the next life. This is their trial and Allah has given all of us different trials.
But if there are “gay Muslims” who say that the verses I’ve quoted above are misinterpreted or that Allah loves gays or that the Quran defends their right to be gay or some other crazy garbage like that, then I pray that Allah guides them.
And if Allah decides not to guide them, then I pray the He curses them, confounds their plans, humiliates them, and exposes them for the hypocrites they are.
Ameen.
***
Comentario al Post...
As’salaamualaikum wa rahmatulaahi wa barakaatuh.
I appreciate your humane stance onto this subject matter dear brother. I would not call myself ‘gay’ but I rather speak of myself as a man having sexual liking for his like: unfortunately and for the time being.
Some people would call me ‘closeted’ or even ‘in denial’ because I simply refuse to accept what they want me to accept: the third sex*.
Allah has created the man and the woman; yes, it is true that there are some who are hermaphrodites but this is an ‘anomaly’, a trial for the person who has had been born with as such affliction.
I do not think that I am as such due to having been molested while I was a child, rather I have been nearly sexually abused after that I had had developed a sexual liking for guys and that too by my own father.
I think that there may be so many factors that actually reduce a man to start loving another man among which is this society itself, who equipped will all these devices, push into defiling the nature of man by making him/her succumb to temptations, to transgressions.
I also do believe that it ain’t genetic for otherwise, if man has had been predisposed to be gay, then he would have had been equipped physically, so as to be able to engage in what is a ‘safe’ and ‘healthy’ sexual relationship; of course pro-homosexuality people would use the example of our lowly counterparts (animals) to validate why we are animals, but we are basically not animals; we do not kill our partners after mating with them, we do not eat faecal matter like so many of them do, nor do we feed on blood or kill our siblings or progeny and so on and so forth.
But I would add that, the genetic factor that has had been mentioned of, is due to the researches which brings evidences that the genetic material of someone can change if he/she has had been through some trauma or its like – but not that drastic one.
There are truly so many things that researchers have come up with trying to explain why I am as such or why are the other guys as such.
Rather, I do believe that Man has been born with the ‘fitrah’ which is the innate and instinctive predisposition man has been born with and if I am right then, our fitrah” is like that to our forefather, Adam (peace be upon him) – and which might somewhat explain to why, sinning is a transgression, something that is self inflicting, self harming.
It may be a matter of choice, I know guys who want to go into this life, irrespective of whether they are Muslims or not.
I just popped up to, to say that this is hard a trial but Allah does not burden us with what we cannot shoulder and that any brother or sister having this ‘feeling’ should try to subjugate it to his/her true nature and by beseeching Allah’s help.
I understand that I may or may not be cured of it, not because I am not a not a good believer as it is only ‘Kun Fayakun’ for Him. And I understand that there may be other brothers or sisters thinking as such, rather, one should know that there is a relief to come after each test, and relief has been mentioned twice in the Qur’an.
I just would like to add that this may be just a spiritual affliction that Allah has ‘blessed’ us with and that Allah has not created a disease except that He has brought along it, a cure.
Lut (peace be upon him) offered his daughters as a mean towards what is halal, and as a cure for those who want to fight this ‘desire’.
I feel that the Muslim community should try to help ‘us’ with an open arm because this does really help! Talking to us, helping us, providing us with the spiritual baggage that we need to counter these desires and it – Alhamdoulillah and insha’Allah – works and will work!
I understand that there may be brothers and sisters despairing that it’s too late, but it’s never too late to revert to Allah, and my last word would be that, Allah’s mercy surpasses his wrath and Allah is Wadood, the Loving.
Jazaak’Allah khair for your understanding onto this subject matter.
As’salaamualaikum wa rahmatulaahi wa barakaatuh.

miércoles, 2 de enero de 2013

2013 ya está aquí..

Por fin!! Esperaba con impaciencia que acabara ese 2012 tan horrible para mí y muchos más, ya sabéis que mal de muchos consuelo de tontos.. Este post se ha retrasado por motivos técnicos y mi maldición navideña de que todo objeto electrónico de mi alrededor - portátil, tablet,...- se estropeara. Así que he vuelto peleándome con Windows 8 y como podéis ver también con nuevo look en mi Blog, que he querido renovar después de su primer aniversario de vida. 
Mis propósitos para éste 2013.. ninguno. No me voy a proponer algo imposible, simplemente ponerme un poco a dieta y quizás -sólo quizás- dejar de fumar. Por lo demás seguir como hasta ahora, creo que a pesar de todo y de todos he empezado el año con bastante optimismo con el que creo que podré lograr lo que me proponga este año. Mi deseo va a ser más general y quizás más generoso que otros años.. Deseo trabajo para todos y sobretodo para aquellos que se han estado preparando y luchando tanto tiempo, salud, sobretodo mucha salud para que podamos conseguir nuevos propósitos, paz para aquellos que llevan tanto tiempo siendo victimas de las injusticias,... y amor, sea del tipo que sea, pero amor. 
Feliz 2013 a tod@s!!