lunes, 12 de diciembre de 2011

Alaa Al Aswani (2)

"Chicago"
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Chicago es la segunda novela del escritor egipcio Alaa Al Aswany, publicada en 2007. Al igual que El edificio Yacobián y, tras su enorme éxito de ventas en su país natal, ha sido traducida también a distinto idiomas, entre ellos el castellano y el catalán.
Al Aswani escribe en un árabe moderno fácil de leer, sin grandes complicaciones de estilo ni de vocabulario y bastante accesible para alumnos de últimos cursos de árabe. No utiliza ni el vocabulario ni las estructuras, mucho más clásicas, de grandes escritores egipcios como Yusuf Idris o Naguib Mahfuz. A pesar de hacer bastante uso del diálogo, no escribe en dialecto egipcio, a diferencia de Khaled al Khamissi, autor de Taxi.
Esta vez, como su título indica, las distintas tramas entrecruzadas, se sitúan en la ciudad de Chicago. La novela comienza con un bosquejo histórico de la ciudad para después pasar a tratar de una de las protagonistas, Shaimaa Mohamady, que, tras conseguir una beca para ir a estudiar a la Universidad de Illinois “llegó de Tanta a Chicago así, de golpe y porrazo, sin preámbulos ni preparación, como quien se tira al mar con la ropa puesta y sin saber nadar”. Allí conoce a otros egipcios becarios como ella y el autor va introduciendo, poco a poco, a otros egipcios asentados en Chicago y nos introduce en sus problemas, frustraciones, esperanzas y la relación que guardan tanto con Estados Unidos como con su país de origen.
Al igual que en El Edificio Yacobián, nos encontramos diversos personajes, siendo difícil destacar a uno como protagonista principal por encima de otros. Los personajes no son caracterizados con gran profundidad sino que responden a tipos determinados: el político corrupto, el fundamentalista hipócrita y trepa, el extremista de izquierdas muy crítico con el gobierno egipcio, el cristiano copto igualmente crítico con el gobierno egipcio, etc. Cada uno de ellos plantea cuestiones que se refieren más a corrientes ideológicas, políticas o religiosas que a personas de carne y hueso.
La finalidad de la novela es clara: abrir los ojos al lector medio y educarlo. Se plantea el tema de la drogadicción en una chica joven y los modos que los padres deben prevenirla o luchar contra ella. Se habla de la satisfacción sexual de la mujer y de los modos de conseguirla. Se trata abiertamente de la tortura en Egipto, de la corrupción política, de la discriminación a la minoría copta, de la relación entre un árabe y una judía, etc.
El más claramente educativo es el de los modos de satisfacción femenina. Es el capítulo 27 en el que Chris, una americana casada con un egipcio pero con problemas matrimoniales, se decide a entrar en un Sex shop para comprarse un vibrador. Casualmente, el establecimiento cuenta con una experta sexóloga que le informa sobre la diferencia entre orgasmo clitoridiano y vaginal, el punto G y las excelencias de los vibradores, sobre todo, como liberadores para la mujer de la dependencia de un hombre en la obtención de placer. Todo un alegato feminista defendido por este más que atrevido escritor egipcio.
Sin embargo, los personajes femeninos que aparecen no son felices. No logran lo que quieren y, en último término, Al Aswani relata relaciones de pareja insatisfactorias, debido a los condicionantes culturales y a las convenciones sociales.
La ironía se mezcla con la crítica social como en el pasaje siguiente en el que Salah, un egipcio asentado en Chicago, consigue localizar y hablar por teléfono con su antigua novia, a la que nunca volvió a ver pero que no había olvidado.
“-¿Salah? ¡No puede ser! ¿Eres tú?- a pesar del paso del tiempo, su voz todavía conservaba la ternura de antaño.
- ¿Te llamo en un mal momento? No quiero molestarte si tienes trabajo.
- Salah, soy funcionaria del Gobierno egipcio. Nuestra tarea se limita a estar en la oficina, nada más. Siempre tenemos tiempo libre.
(...) Salah le preguntó cómo estaban las cosas en Egipto.
-Egipto está peor que nunca, Salah –le respondió consternada- No hay democracia, y no nos hemos librado del subdesarrollo, la ignorancia y la corrupción. Todo va a peor. Las ideas reaccionarias se extienden como una plaga. Imagínate, en mi departamento trabajan cincuenta funcionarias. ¿Te quieres creer que yo soy la única musulmana que no lleva velo?
- ¿Cómo ha podido cambiar tanto el país?
- La represión, la pobreza, las injusticias, la falta de esperanza en el futuro… En realidad, lo que está viviendo el país no es una verdadera religiosidad, sino una depresión generalizada que se manifiesta a través de un extraño exhibicionismo religioso.”

La novela no tiene un final cerrado, es decir, no todas las historias abiertas se cierran, dado el número de personajes. No obstante, las que lo hacen no son optimistas. Reflejan la idea de que la presión del aparato estatal, la corrupción y los intereses político-económicos dominan al individuo y su vida y que no es posible escapar de esas redes.


"Egipto: Las claves de una revolución inevitable"
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Ya en su línea más crítica y activista, Alaa Al Aswani publica este año un libro clave para entender los últimos acontecimientos en el mundo árabe y en concreto en su país, Egipto. En Egipto: Las claves de una revolución inevitable, nos ofrece una crónica viva de la sociedad egipcia en la que analiza en profundidad todas las cuestiones más importantes –el autoritarismo del régimen, la brutalidad policial, la corrupción generalizada, la hipocresía social, la frustración de los jóvenes, la pobreza extrema, las causas del acoso que sufren las mujeres y la minoría copta— que llevaron al sorprendente derrocamiento de la dinastía de los Mubarak.
Crítico, controvertido y directo, Al Aswani aborda todos los interrogantes que ahora surgen sobre Egipto: ¿Qué transformaciones de fondo han hecho caer el “muro del miedo” en Egipto? ¿Qué reforma política será capaz de devolver la libertad, la dignidad y la justicia a los egipcios? ¿Qué papel jugarán los Hermanos Musulmanes en la nueva etapa? ¿Cómo se puede recuperar un islam egipcio abierto y tolerante frente al extremismo wahhabí? En sus valientes artículos periodísticos, y siempre bajo el lema “la democracia es la solución”, el autor ha pedido insistentemente a su gobierno que sirviera al pueblo, y al pueblo que exigiera sus derechos.
¿Por qué los egipcios se rebelaron inesperadamente? ¿Cuáles eran los problemas y contradicciones de la sociedad egipcia que hicieron inevitable la revolución? A través de un análisis enormemente sincero y esclarecedor tanto del potencial como de las limitaciones que determinarán el futuro de Egipto, Al Aswani nos desvela por qué la revolución que sorprendió al mundo estaba destinada a producirse.

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Más reseñas e información sobre sus obras en http://www.complete-review.com/reviews/egypt/aswanyaa2.htm


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