domingo, 28 de julio de 2013

Islamistas en la encrucijada


Hoy tenía la intención de comenzar uno de aquellos libros que adquirí una mañana de domingo en el mercado de antigüedades de la catedral de Tarragona. "El imperio frente a la diversidad del mundo" del politólogo francés de origen argelino Sami Naïr, cuya obra "Las heridas abiertas" ya había leído durante la carrera. Por el color de sus hojas y su precio podría parecer un libro antiquísimo, pero realmente fue publicado en 2003. Finalmente, quizás por la pereza típica de los domingos, el libro sigue en el mismo lugar donde lo dejé.. Pero hojeando El País esta misma mañana he encontrado este artículo del mismo autor donde, como siempre elocuente y locuaz, describe de una manera muy certera la situación actual en Egipto

"El golpe de Estado del Ejército egipcio tendrá consecuencias temibles en el proceso revolucionario en marcha desde hace casi tres años en el mundo árabe. Se inscribe en la misma línea de reacción que la de los militares en Siria. Pero la situación egipcia es más emblemática, porque muestra cómo las fuerzas democráticas, para enfrentarse a los islamistas, no han dudado en apoyar el golpe, lo que constituye un giro fundamental en el futuro de los países árabes. Ello quiere decir, al menos en Egipto, que los partidarios de la modernidad, de la laicidad y del progreso demuestran que no pueden hacer frente a los islamistas en el poder; que no pueden asumir una legislatura de los islamistas; que prefieren recurrir a los militares que les han oprimido en el pasado para evitar padecer el yugo de los religiosos, potencialmente totalitarios. Así pues, esta es la estructura de la tragedia en la que se encuentra atrapada la democracia en todos los países árabes. Las tres fuerzas sociológicas centrales en estos países, y de las que Egipto es la quintaesencia —a saber, el pueblo excluido desde siempre y que durante la transición democrática aportó un apoyo masivo a los islamistas; los militares que ostentan el monopolio de la fuerza represiva, que han servido de columna vertebral a todas las dictaduras desde hace más de medio siglo; y las fuerzas modernistas laicas y democráticas—, demuestran, a través del ejemplo egipcio, que no aceptan el juego “mayoritario-minoritario” de la práctica democrática.
En el fondo, tenemos que vérnoslas con transiciones democráticas sin demócratas. Por eso los militares pueden retomar el mando con tanta facilidad. Ya quedó demostrado con la experiencia argelina: los islamistas habían ganado democráticamente las elecciones en 1991, pero los militares les impidieron llegar al poder. Las capas medias democráticas respaldaron entonces a estos últimos, por temor a padecer una regresión religiosa de la que el modelo iraní era el ejemplo. De ahí, una guerra civil terrible (más de 300.000 muertos) y el poder consolidado del Ejército con el apoyo real de la mayoría de la población argelina. Conclusión amarga: si hay democracia, debe por tanto ser reservada a algunas capas sociales y excluir de golpe todo aquello que, de cerca o de lejos, pueda tocar lo intocable: el poder del Ejército.
¿Pasarán los islamistas a la revuelta armada? Es muy improbable, salvo si los militares intentan destruirlos como partido. Si cometen este error, provocarán inevitablemente una alianza entre los Hermanos Musulmanes y los salafistas del partido Nur, los cuales, desde luego, van a temer recibir el mismo trato. De momento, los Hermanos rechazan participar en el proceso electoral, mientras el Ejército no haya, tal y como exigen, “devuelto el poder a Morsi”.Egipto se encuentra en una situación similar a la de Argelia en los noventa. ¿Nos dirigimos por ello hacia una guerra civil? Nadie lo puede afirmar, pero lo que sí es seguro es que los Hermanos Musulmanes van a padecer un periodo muy difícil: deben hacer autocrítica interrogándose sobre su capacidad para engendrar un apoyo que vaya más allá de sus propias bases. No pueden gobernar democráticamente las sociedades solo desde su islamismo conservador; estas son, ciertamente, islámicas pero también posislámicas en el sentido de que no van a aceptar un poder de naturaleza religiosa. La ideología política islamista ha fracasado en Egipto. No habrá vuelta atrás.
Reivindicación suicida, ¡pues el Ejército no ha destituido a Morsi para confirmarlo de nuevo en su puesto! Los Hermanos se condenan así a la impotencia política y, sobre todo, se niegan toda posibilidad de ampliar sus bases en dirección a las fuerzas democráticas. De hecho, se encuentran en una encrucijada: o aceptan el Estado civil, o se condenan a no formar parte de una alternativa más amplia frente al autoritarismo militar. En Egipto han perdido la batalla como partido hegemónico. Y en el resto del mundo árabe los militares han trazado su estrategia frente a los islamistas: no permitirán que la religión sea motivo de enfrentamientos en la sociedad. Pero la vuelta del Ejército a primera línea no significa que los problemas sociales desaparezcan. Y, desgraciadamente, la inestabilidad seguirá."
Con todo ello, me viene a la cabeza un documental que vi hace poco sobre el asesinato del presidente egipcio Anwar el-Sadat en 1981.. Las imágenes hablan por sí solas y demuestran el brutal papel que ha jugado desde siempre el ejército en Egipto, montando y desmontando a su antojo los acontecimientos. Los islamistas no han encontrado la solución para los graves problemas que sufre desde hace décadas la sociedad egipcia, como tampoco lo hará el ejército. Así precisamente no es como se llega a la democracia, mientras unos y otros sigan jugando al gato y al ratón, la inestabilidad y el temor a una guerra civil continuarán vigentes ahogando cada día un poco más a este país situado a la orilla del Nilo.


domingo, 21 de julio de 2013

Network

"No existen naciones, no existen pueblos. No hay rusos, no hay árabes, no existen terceros mundos ni Occidente. Existe únicamente un gran sistema de sistemas, un basto y salvaje entretejido, intercalado, multivariable, multinacional dominio de dólares, petrodólares, electrodólares, multidólares, marcos, yens, libras, francos y rublos. Es el sistema internacional monetario que determina la totalidad de la vida en este planeta. Ese es el orden natural de las cosas de hoy día. Esa es la estructura atómica, subatómica y universal que configura las cosas de hoy día. Usted se ha entrometido con las fuerzas primitivas de la naturaleza y usted debe repararlo. Usted aparece en su pequeña pantalla de 21 pulgadas y grita sobre América y la democracia. No existe América, no existe la democracia. Solo existe la IBM, la ITP, la AITT, Dow, Exon,... esas son las naciones del mundo hoy día. De qué hablan los rusos en sus consejos de estado? De Karl Marx? No, de sistemas de programación lineal, de teorías sobre estadística, de problemas económicos. Y computan costos de sus transacciones e inversiones como lo hacemos nosotros. No vivimos en un mundo de naciones e ideologías, el mundo es un colegio de corporaciones inexorablemente dirigido por los estatus inmutables de los negocios. El mundo es un negocio, lo ha sido des de que el hombre salió arrastrándose del barrio y nuestros hijos vivirán para ver eso. Un mundo perfecto en el que no habrá guerra ni hambre, presión ni brutalidad. Una basta y ecuménica compañía asociada en el que todos los hombres trabajarán para conseguir un beneficio común. En la que todos los hombres poseerán una cantidad de acciones, en la que se les cubrirán todas las necesidad, se les moderarán todas las ansiedades y les divertirán para que no se aburran"
(Network, 1976)

miércoles, 10 de julio de 2013

Égypte: un coup d’État reste un coup d’État

Artículo colectivo publicado en etatdexception.net hace unos días. Realmente da para pensar en el tema y replantearme la alegría que sentí con la caída de Morsi. Como dice, un golpe de estado es siempre un golpe de estado. 

Les insurgés de la « dialectique » et les sophistes de la « révolution permanente » pourront éternellement construire de fumeux raisonnements pour nous expliquer que « la révolution ne fait que commencer » ou que le « processus révolutionnaire se poursuit » en Égypte et dans les pays arabes. Ils pourront toujours s’enthousiasmer sur le « Grand soir » des casernes du Caire, qui fera « table rase » d’un passé impur, parce que pas assez occidentalisé. Ils pourront toujours revêtir tous les masques interchangeables qu’ils souhaitent, le « démocrate » ou le « révolutionnaire », le « libéral» ou l’« anticapitaliste ». Ils pourront… mais « les faits sont têtus ».
L'armée égyptienne vient de renverser un président élu démocratiquement au nom d’une soi-disant prise en compte des « revendications du peuple ». Comment peut-on tolérer que l’armée de la dictature du général Hosni Moubarak puisse renverser un président élu ? Comment peut-on encore maintenir l’illusion que cette armée défend la démocratie et les revendications populaires ? Comment peut-on faire croire que l’armée de la soumission aux États-Unis et à l’entité sioniste, va réaliser les revendications d’indépendance nationale ? Comment peut-on imaginer un seul instant que l’armée, qui s’accapare plus d’un tiers des richesses de l'Égypte, va satisfaire les revendications de justice sociale ? Comment peut-on laisser entendre qu’un coup d’État soutenu par l’Arabie « saoudite », les Émirats arabes unis ou l’« Autorité » collaborationniste de Ramallah, représente un quelconque espoir de libération nationale pour la nation arabe ? « Sourds, muets, aveugles, ils ne raisonnent point[1] ».

Évidemment, il y aurait certainement beaucoup à dire de l’action de Mohamed Morsi et des Frères musulmans, dont nous ne défendrons ni le bilan, ni les projets. Ils payent indubitablement leurs atermoiements et leurs compromissions avec un pouvoir comprador – l’armée et les « décideurs » économiques – et un Occident impérialiste qui n’est pas prêt à renoncer à sa domination néocoloniale sur la nation arabe. « Tout malheur qui vous atteint est dû à ce que vos mains ont acquis[2] ». Mais la question n’est plus de savoir si nous approuvons ou non telle ou telle action ou tel ou tel point du programme des Frères musulmans. La véritable question est : acceptons-nous un coup d’État mis en œuvre par les généraux égyptiens, avec le soutien des anciens bénéficiaires du régime d’Hosni Moubarak, de l’Occident impérialiste et des régimes arabes qui lui sont inféodés ?

D’ores et déjà, la répression a commencé à s’abattre sur l’Égypte. Plusieurs centaines de cadres des Frères musulmans ont été arrêtés arbitrairement par la junte. Des centaines de journalistes ont également été arrêtés et plusieurs chaines de télévision fermées. Ces manœuvres mettent clairement en lumière le caractère contre-révolutionnaire de ce coup d’État, qui vise à rétablir l’autorité des forces de l’ancien régime.

Contre le coup d’État militaire, nous appelons tous les individus épris de justice à manifester et à agir pour dénoncer les généraux égyptiens et leurs complices. Nous les appelons également à dénoncer les arrestations arbitraires de dirigeants élus démocratiquement et des simples citoyens égyptiens en raison de leurs opinions politiques. Nous apportons notre soutien à toutes les forces sociales et politiques égyptiennes qui s’opposent à ce coup d’État militaire.

De même, nous appelons tous les individus épris de justice à dénoncer les impérialistes occidentaux et leurs laquais musulmans, qui sont les complices silencieux ou actifs des généraux égyptiens. Nous les appelons également à dénoncer tous les soutiens français à ce coup d’État, qu’ils se prétendent défenseurs de la « démocratie », « révolutionnaires », « anticapitalistes » ou même « anticolonialistes ».

Le coup de force des généraux égyptiens a emporté avec lui les derniers oripeaux de « démocratie » dont se drapaient les partisans de la dissimulation. Le roi est nu.

domingo, 7 de julio de 2013

Abdel Kechiche

Descubrí al director francés de origen tunecino Abdellatif Kechiche después de que su último film, "La vie d'Adele", ganara la Palma de Oro en el último Festival de Cannes. A partir de ahí me puse a investigar sobre sus obras y hasta el momento he conseguido ver dos de ellas, a pesar del estrés de los últimos tiempos con la presentación de mi trabajo final de máster y mis repentinos cambios de situación laboral. 
La primera, "La graine et le mulet", también titulada "Cuscús", me pareció simplemente magistral. Se puede encontrar integra en Youtube en su versión original francesa y, francamente, vale la pena. Sobre todo para todo aquel que haya tenido un mínimo de contacto con el mundo árabe, ya sea in situ o en la diáspora, la película conseguirá sacarle más de una sonrisa de los labios. 
La historia comienza cuando Suleiman, un argelino de cincuenta y tantos afincado en Francia, se queda sin trabajo después de haberse dedicado toda la vida a la construcción y reparación de barcos en el puerto de su ciudad. A partir de aquí se suceden una serie de acontecimientos que no son nada del otro mundo, pero son escenas que Kechiche logra captar con tanta naturalidad que resultan entrañables. Sin duda, la escena donde la gran familia se reúne para comer cuscús, es de lo mejor de la película. Las conversaciones, las bromas, el ambiente,.. me han hecho recordar muchos momentos vividos de manera similar alrededor de una gran mesa donde se juntan generaciones diversas y donde cada una de ellas sigue su rol.
Parece ser que Kechiche no tiene ningún complejo en retratar a la sociedad árabe, ya sea para lo bueno o lo malo, pero lo consigue hacer de una manera única, sin ofender y ganandóse el respeto que lo ha llevado a conseguir diversos premios ampliamente reconocidos en los últimos tiempos. En este film, por ejemplo, se retrata el machismo que comunmente se vive en estas familias, pero que analizado no está tan lejos de ser una representación de los hogares de nuestro país. Los mayores ordenan a los más jóvenes, y estos sin rechistar simplemente obedecen. Las chicas se convierten en sirvientes de sus hermanos mayores o padres mientras ellos se limitan a sentarse en la mesa o fumar. La madre conoce la aventura de su marido con otra mujer, pero a pesar de ello sigue actuando como la cabeza de familia sin ningún tipo de reproche (al menos aparente) debido al amor que la une a sus hijos y a estos con su marido infiel. Y como esto, muchos ejemplos más.. También me ha parecido magistral el retrato de la típica pareja mixta. Uno de los hijos de Suleiman, casado con una francesa con la cual tiene un hijo, le está siendo infiel a esta con una chica de su tierra. Ella, a pesar de sus intentos por integrarse con la familia de su marido, no consigue sentirse cómoda del todo y entender muchas de las actuaciones de su familia política. Finalmente no consigue callar más y estalla afirmando que es su propia suegra quien arregla y tapa los encuentros entre su hijo y la amante... Menudo análisis sociológico se podría hacer con esta película!
La segunda de ellas, "La faute á Voltaire", no es que me haya gustado menos, simplemente es algo diferente.
Narra las aventuras de un joven tunecino que llega a París haciendose pasar por un refugiado político argelino. Consigue un permiso temporal que lo lleva a convivir con otros personajes en una serie de albergues para gente sin recursos hasta que conoce una chica con la que espera casarse para obtener los papeles pero que finalmente lo deja tirado en la estacada. Este fracaso le lleva a un centro de salud mental donde conocerá a una chica con problemas psicológicos o mentales de la que se hará inseparable y con la que, imagino, esperará también casarse con el mismo objetivo que la anterior. Aunque en este caso, a pesar de las diferencias, creo que sí que existe un cariño entrañable que se truncará cuando a él finalmente lo deportan a su país de origen.
Como ya he dicho, Kechiche, a pesar de haber nacido y crecido en Europa, logra de una manera espectacular retratar a la sociedad norte africana. Tanto hombres como mujeres no se escapan de su mirada y son plasmados en su vida cotidiana de la manera más acertada que he visto en el cine árabe actual hasta el momento.. Ya era hora de que alguien se alejara de los clichés y ideales que autores emigrados o de segunda generación se empeñaban en hacer creer a Occidente. Ni todo es blanco, ni todo es negro, simplemente es como es.

martes, 18 de junio de 2013

La banca islámica

Introducción de mi proyecto de final de máster en el que me encuentro trabajando actualmente.. Esto es ya la recta final!


الَّذِينَ يَأْكُلُونَ الرِّبَا لَا يَقُومُونَ إِلَّا كَمَا يَقُومُ الَّذِي
يَتَخَبَّطُهُ الشَّيْطَانُ مِنَ الْمَسِّ ۚ ذَٰلِكَ بِأَنَّهُمْ قَالُوا إِنَّمَا
 الْبَيْعُ مِثْلُ الرِّبَا ۗ وَأَحَلَّ اللَّهُ الْبَيْعَ وَحَرَّمَ الرِّبَا ۚ








     Quienes usurean no se levantarán sino como se levanta aquél a quien el Demonio ha derribado con  sólo tocarle, y eso por decir que el comercio es como la usura, siendo así que Allah ha autorizado el comercio y prohibido la usura.          
Corán 2:227

Cuando se habla de banca islámica, es precisamente la prohibición del interés lo que llama la intención del interlocutor en primer lugar. Pero las finanzas islámicas son mucho más que eso, el sector ha experimentado un crecimiento considerable en los últimos tiempos, sus principios basados en la ética y sus atractivos instrumentos financieros lo sitúan como una posible alternativa a la banca tradicional.
Aunque su existencia data de los tiempos posteriores a la muerte del Profeta, donde se establecieron sus principios acordes al Corán, no fue hasta hace aproximadamente 40 años que se constituyó un sistema financiero que adaptara sus principales instrumentos a la Sharia y a la tiempos modernos. Los primeros bancos islámicos surgieron en los países del Golfo debido principalmente a la acumulación de riquezas a raíz del descubrimiento de petróleo y la aparición de los petrodólares. De hecho, sigue siendo en esta zona donde se encuentra el 35% de sus activos.
La industria la forman actualmente más de 500 instituciones repartidas en 75 países. Entre los 292 bancos totalmente islámicos, las 115 compañías financieras y las 118 compañías aseguradoras, se estima que sus activos totales pasaron de 500 millones de dólares en 2007 a un billón en 2010, duplicando así su tamaño en tan sólo tres años. Además, sus activos crecen a una tasa anual del 27%, mientras que la banca tradicional registra una tasa de crecimiento por debajo del 19%.
El sistema bancario islámico también se ha extendido, aunque de manera más paulatina, por el Norte de África y Asía, donde convive con la banca tradicional. En los últimos tiempos, debido al creciente número de musulmanes en Europa y otras partes del mundo, los servicios financieros islámicos han trascendido más allá del mundo musulmán y son ofrecidos no únicamente por bancos islámicos, sino también por sus filiales islámicas en instituciones financieras internacionales clásicas como HSBC o BNP Paribas, que han comenzado a proporcionar a sus clientes productos financieros acordes a los principios de la Sharia. En la actualidad diversos bancos prestan servicios de ese tipo en países como Alemania, Canadá, China, Estados Unidos, India, Japón, Luxemburgo, Suiza, y el Reino Unido. De hecho, Reino Unido ocupa el décimo lugar en la lista, confeccionada por The Banker, de los quince países más importantes en volumen de activos en cumplimiento a los principios de la Sharia, convirtiéndose así Londres en el centro de las finanzas islámicas en Europa y el primero en emitir bonos (sukuk) fuera de un país musulmán.
Pero ha sido sin duda la actual crisis económica global la que ha hecho poner de relieve el interés por las finanzas islámicas a nivel internacional. Son cada día más los inversores, musulmanes o no, que deciden apostar por este tipo de productos ya sea porque se adecuan a sus creencias ideológicas o simplemente porque representan una nueva alternativa para sus inversiones. El principal atractivo es la ausencia de interés en el crédito y su limitado riesgo, ya que la relación entre banco y cliente no es la clásica entre acreedor y deudor, si no que se trata de una relación en la que ambas partes comparten tanto riesgos como beneficios.
Además, no podemos olvidar que aún en los peores años de la crisis financiera global, la banca islámica ha mantenido un crecimiento, aunque más moderado que en años anteriores, pero suficientemente estable. Los principales analistas financieros han documentado como este mercado se ha visto considerablemente menos afectado por la crisis financiera internacional, en buena medida gracias a las restricciones impuestas a su estructura y el contenido de su principales instrumentos. El respaldo obligatorio de las operaciones por un activo real actúa de freno al excesivo aumento del crédito en momentos de auge como el vivido en países como España hasta 2008. Debido a los principios en los que se basa, la banca islámica permite una valoración de los instrumentos financieros mucho más transparente, en contraposición a los productos financieros tan complejos para la mayoría usados en la banca convencional.
Aunque en la actualidad la industria financiera islámica supone únicamente alrededor del 2% de la totalidad de la banca mundial, su enorme potencial de crecimiento y sus atractivos productos financieros hacen que algunos analistas consideren que en un futuro esta podría incluso desplazar por completo a la banca tradicional. Este es precisamente el objetivo de este trabajo, indagar cuál es el verdadero funcionamiento de la banca islámica, cuáles son sus principales instrumentos y en que principios religiosos se basan. Todo ello para llegar a determinar si realmente las finanzas islámicas podrían tener un futuro prometedor en el resto de países no musulmanes y si esta podría convertirse en una solución a la actual crisis económica que afecta a los países desarrollados. Además de comprobar como en el ámbito económico las relaciones del mundo occidental con el islámico son  más fáciles que en otros ámbitos.

 Christina Barragán- 
Universitat Rovira i Virgili

miércoles, 5 de junio de 2013

Smart Borders

- por Christina Barragán
Universitat Rovira i Virgili


A partir del 11 de septiembre de 2001 el concepto de frontera adquirió un significado diferente. La preservación de la seguridad nacional y la denominada lucha antiterrorista presentaron nuevos retos para la estabilidad de las relaciones internacionales y una reordenación de prioridades por parte de los Estados Unidos que afectaron al resto del mundo. La respuesta inmediata al ataque fue el cierre de las fronteras y el espacio aéreo, su posterior apertura se hizo bajo un nuevo contexto de controles más estrictos y un discurso político basado en la necesidad de proteger la seguridad nacional al coste que fuera necesario. Antes de esta fecha, parecía haberse llegado al consenso de que la supuesta globalización haría perder sentido a las fronteras y que la interdependencia económica conduciría definitivamente a fronteras más abiertas e integradas. Además, EE.UU. contaba con el exitoso ejemplo de la Unión Europea y llegó a establecer negociaciones migratorias con México que parecían marcar el inicio de un acercamiento entre los países firmantes del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLC) similar al europeo.  Pero los acontecimientos de 2001 cancelaron repentinamente todos los avances y las grandes expectativas que se habían creado al respecto. Pero, ocurrirá algo similar en un futuro próximo en las fronteras de la UE? Han tenido algo que ver las revoluciones árabes en la mejora tecnológica de los sistemas fronterizos europeos? En qué consisten exactamente los denominados “Smart borders” o fronteras eficientes?

Desde su fundación en 1957, la Unión Europea se ha definido como un espacio de libre circulación de bienes, personas, capitales y servicios. La libre circulación de personas intentó optimizar los recursos laborales dentro del espacio comunitario, siempre estableciendo una clara diferenciación entre la movilidad de ciudadanos comunitarios y la de no comunitarios. Para ello se establecieron políticas diferenciadas con la intención de regular la movilidad interna entre países miembros y la de países extracomunitarios. Pero el proceso de integración comunitario finalmente se desarrolló de manera lenta y costosa, reflejando a su vez la evolución del fenómeno migratorio en sí y adaptando sus políticas a cada momento. De hecho, hasta el año 1973, los países que en aquel momento comprendían la Comunidad Europea se encontraban en plena expansión económica y adoptaron políticas activas de reclutamiento temporal de trabajadores de los países menos desarrollados del sur del continente, algunos de ellos miembros de la propia CE  como España, Portugal e Italia, y otros que no como Marruecos, Argelia y Túnez. Pero la crisis del petróleo de 1973 hizo que estos países reclutadores de mano de obra decidieran implementar en esta ocasión una serie de medidas migratorias restrictivas e incentivar el regreso de estos trabajadores a sus países de origen.

El acuerdo Schengen firmado en 1985 y el posterior Tratado de Ámsterdam de 1999 permitieron lograr definitivamente el objetivo tan anhelado de la libre circulación de personas por prácticamente todo el espacio comunitario. Hasta ese momento la inmigración era competencia de cada estado, pero en 1995 se abolen las fronteras internas entre los miembros firmantes del Acuerdo, se crea una frontera externa común y se empieza a diferenciar entre la movilidad de ciudadanos comunitarios y no comunitarios, desarrollando políticas regulatorias para cada tipo de movilidad. Pero cabe destacar que esta liberalización del movimiento de personas ocurrió justo en un momento en que las diferencias económicas entre los distintos países comunitarios no eran tan marcadas como en la actualidad. Parece ser que los países de la Europa Occidental no creían que se llegaría a producir una migración a escala masiva de los  miembros menos desarrollados y por ello permitieron la adhesión paulatina al tratado Schengen de nuevos estados. Pero, la actual crisis económica que afecta sobre todo a los miembros del sur de la UE puede poner en peligro de algún modo este tratado y, como en el caso de México y los EE.UU., los avances hasta ahora conseguidos en la desaparición de fronteras y la integración a nivel regional pueden quedar en un sueño inalcanzable. De hecho, las nuevas directrices impuestas por la UE no tardaron en aparecer y ya el pasado mes de marzo Alemania vetó deliberadamente la entrada en el acuerdo Schengen de Bulgaria y Rumania, dos últimos países en incorporarse a la Unión. Ahora falta por ver si las revoluciones árabes y la posterior guerra en Libia han tenido también un papel importante en los nuevos y sofisticados controles fronterizos impuestos por la UE en los últimos tiempos.

Y es que parece ser que “no dejar pasar a nadie” se ha convertido en el nuevo lema en Europa. Después de haber creado en 2004 la Agencia Europea para la Gestión de la Cooperación Operativa en las Fronteras Exteriores de los Estados miembros de la Unión (FRONTEX) basada en un sistema semiprivado y cuasi-militar de vigilancia con el fin de mejorar la gestión integrada de las fronteras exteriores, la UE se encuentra de lleno volcada en la mejora de esta supervisión a través de dos nuevas iniciativas: EUROSUR y las denominadas “Smart Borders”. Con todo ello, el espacio europeo destinado a la libre circulación, la apertura y la integración regional parece cerrarse cada día un poco más. La iniciativa EUROSUR en realidad no es más que una modificación de la regulación de FRONTEX basada en la mejora de la vigilancia de las fronteras terrestres y marítimas en el Mediterráneo a través de la tecnología más avanzada. La enorme inversión en los satélites, radares y drones más sofisticados tiene si más no el objetivo de hacer de filtro a las posibles “intromisiones” que tanto parecen preocupar a la UE. Por su parte, la iniciativa “Smart Borders” se preocupa más de las entradas por tierra ya que está destinada a registrar a los pasajeros no originarios de la zona Schengen a través del sistema informático “Registered Travellers Programme” (RTP), similar al utilizado en varios aeropuertos norteamericanos, y que permite conocer los datos biométricos de quien intenta cruzar la frontera. Aunque estas medidas fueron propuestas en 2008, no fue hasta el pasado mes de febrero que la UE dio el paso definitivo para su implantación, y parece ser, que las revueltas en el norte de África tuvieron un papel decisivo para dar un nuevo impulso a su puesta en marcha.
Pero en realidad el proceso biométrico no es ninguna novedad. El requisito del control de las huellas dactilares de los pasajeros se está convirtiendo en algo común a nivel mundial para las solicitudes de visado, a pesar de los inconvenientes a nivel de privacidad que todo ello trae consigo. Incluso el programa de entrada US-VISIT va más allá y exige a todos los visitantes que desean entrar en EE.UU. someterse al registro de sus huellas dactilares y a un reconocimiento facial por escáner, del mismo modo que lo exige Japón, Malasia, Corea, Afganistán y Tailandia. Por su parte, la UE no quiso quedarse atrás y puso en marcha la iniciativa “Smart Borders” con el propósito de simplificar e integrar los cruces fronterizos en Europa. De hecho, el objetivo preciso no queda del todo claro, pero es obvio que va más allá de simplemente construir un sistema de entrada y salida más eficiente y seguro. Sin embargo, se nos ha intentado presentar la biometría, así como el registro de huellas faciales y reconocimiento facial, como algo de vital importancia y gran potencial sobre todo para los pasajeros regulares.
La estrategia en sí es compleja, desconcertante y un tanto opaca, y parece echar por tierra los avances conseguidos hasta ahora en la desaparición de fronteras entre los países miembros de la UE y los firmantes del acuerdo Schengen. El nuevo paquete fronterizo propuesto por la Comisión Europea se basa en un sistema biométrico estándar para pasaportes de la UE y cartas de identidad ya puesto en marcha, además de otro tipo de permiso para residentes de los denominados terceros países, un Sistema de Información de Visados (VIS) que recoge y almacena las huellas dactilares de todos los visitantes y se planea también incluir una base de datos de los pasajeros llamada UE-PNR (Passanger Name Record). Por si todo esto fuera poco, el paquete de medidas también incluye un sistema de entradas y salidas de los pasajeros de los 26 países pertenecientes al tratado Schengen, un sistema de cruce automatizado para los ciudadanos de la UE y los denominados viajeros “de buena fe”, un Sistema Electrónico de Autorización de Viaje (ESTA en sus siglas en inglés) que requiere una autorización previa para viajar similar al utilizado por EE.UU., un Sistema Europeo de Vigilancia de Fronteras (EUSOR), además de una nueva estrategia integrada de gestión de fronteras europeas.  
La fundación alemana Heinrich Böll, vinculada al Partido de los Verdes y orientada a promover la formación en voluntad democrática, el compromiso sociopolítico y el entendimiento entre los pueblos, publicó en 2012 un estudio bajo el título “Borderline: EU Border Surveillance Initiatives” donde se evaluaban los costes económicos y el impacto sobre los derechos fundamentales de los ciudadanos de estas nuevas fronteras “inteligentes”. Hay que tener en cuenta que este tipo de sistemas de vigilancia tan complejos requieren una serie de pruebas en modo beta antes de su aplicación definitiva, lo que haría el proceso todavía más lento y costoso. Su fase inicial implica una focalización obligatoria en los pasajeros frecuentes de terceros países, pero ni si quiera la definición de pasajero frecuente está todavía definida de una manera clara. Además, su eficacia no está probada y la propuesta está despertando bastantes críticas por parte de la sociedad civil en general, debido principalmente al elevado coste de todo el proceso en una situación económica como la actual en la UE, y la violación de los derechos fundamentales de los pasajeros como el de la privacidad.
En total, el programa comprende cerca de 2.000 puntos fronterizos, además de todos los puertos y aeropuertos. Los costes finales se estiman en 1.100 millones de euros, 15 de los cuales han sido destinados únicamente a la investigación del proyecto.  Resulta curioso comprobar cómo son precisamente países del norte de la UE quienes forman el consorcio de 20 socios que ganó el contrato del proyecto y que fue llevado a cabo con bastante secretismo. Entre ellos el Ministerio austriaco del Interior (BMI), el Instituto Tecnológico austriaco AIT, la Imprenta Estatal austriaca, la Guardia fronteriza finlandesa (RVL), la empresa alemana Giesecke & Devrient como socio industrial y, como autoridades públicas el Centro Internacional para el Desarrollo de Políticas Migratorias (ICMPD) y el Centro Común de Investigación de la Comisión Europea (JRC). A pesar de todas las críticas suscitadas, la propuesta del proyecto “Smart Borders” será enviada al Parlamento Europeo, donde tendrá que ser aprobada por los estados miembros. Si ningún cambio significativo se produce, la Comisión espera que el sistema pueda ponerse en marcha de manera integral en todo el territorio en 2017.
En conclusión, creo que la complejidad y la falta de transparencia llevada a cabo durante todo el proceso no ayudaran a alcanzar el nivel de confianza necesario para que este sistema acabe siendo viable. Las revoluciones en los países del sur del Mediterráneo no han sido más que la excusa perfecta para aumentar el deseo de la UE de poner en marcha un sistema clasista y cuasi-militar que, a pesar sus elevados costes económicos, beneficiará a muchos de sus socios a través de subcontratas en seguridad semi-privada y en la venta de mecanismos de alta tecnología destinados al control de las fronteras. Este nueva obsesión por la seguridad no hecho más que llevar a que las relaciones entre las dos orillas del Mediterráneo se acaben basando únicamente en el control de sus fronteras, sin tener en cuenta la violación de los Derechos Humanos y de las convenciones internacionales que ello supone y, en un futuro, puede incluso poner en peligro uno de los pilares de la Unión Europea: el espacio Schengen. Las “Smarts Borders” pueden llegar a convertirse en el “Big Brother” europeo e infringir las libertades civiles deliberadamente, además de incrementar el bilateralismo ya existente, no sólo entre el norte y el sur del Mediterráneo, sino también entre el norte y el sur de la propia Unión Europea.

domingo, 2 de junio de 2013

Persepolis

Persepolis, un film de animación basado en la novela autobiográfica de Marjane Satrapi, ideal para entender de una manera clara y divertida la revolución iraní
La película comienza en el aeropuerto de Paris-Orly, donde Marjane Satrapi (Chiara Mastroianni) no está en condiciones de tomar su avión con destino a Irán, por razones que no se explican claramente. Se sienta a fumar un cigarrillo, mientras recuerda su infancia en Irán. Cuando era niña, Marji vivía en Teherán con los sueños infantiles de ser profeta y discípulo de Bruce Lee. Pero, yuxtaponiendo sus ambiciones infantiles se encuentra el levantamiento popular contra el Shah respaldado por Estados Unidos. Su familia de clase media participa en manifestaciones y protestas, con la esperanza de una sociedad mejor. Mientras tanto, Marji se intenta identificar con el punto de vista de su generación, ya sea mediante la amenaza al hijo de un funcionario del gobierno impopular o sintiéndose orgullosa, junto a los otros niños, de sus familiares que han sido presos políticos. Un día, su tío Anoush regresa a casa después de ser liberado de su condena de nueve años en la cárcel. Anoush inspira a Marji con la historia de su vida y de su huida del gobierno, como resultado de rebelarse y de su ideología comunista, su papel en el establecimiento del Gobierno Popular de Azerbaiyán, y su encarcelamiento por las autoridades iraníes cuando trató de regresar a Irán des de la Unión Soviética.
Después de la caída del Shah, finalmente los enemigos políticos cesan los combates y comienzan las elecciones para escoger al nuevo gobierno iraní. La situación de la familia de Marji no mejora, ya que están profundamente molestos cuando los fundamentalistas islámicos ganan las elecciones con el 99,99% de los votos y comienzan a reprimir a la sociedad iraní. El gobierno obliga a las mujeres a vestir con modestia y a llevar un velo que les cubra parte del cuerpo, y el tío Anoush es detenido de nuevo y ejecutado por sus creencias políticas. Profundamente desilusionada, Marji intenta, con su familia, adaptarse a la realidad del régimen intolerante. La guerra entre Irán e Irak se declara y Marji ve por sí misma los horrores de la muerte y la destrucción. El gobierno iraní inicia la implementación de leyes ridículas que crean injusticias flagrantes. La familia trata de encontrar consuelo en las fiestas secretas, donde disfrutan de los placeres simples que el gobierno ha declarado ilegales, incluido el alcohol. A medida que crece, Marji comienza una vida de exceso de confianza. Ella se niega a meterse en problemas, compra en secreto música heavy metal occidental, especialmente Iron Maiden, en el mercado negro, viste ropa poco ortodoxa, le apasiona el punk, el rock y otras sensaciones musicales occidentales como Michael Jackson, y abiertamente se atreve a enfrentarse a una maestra por sus mentiras sobre los abusos del gobierno.
Ante el temor de que fuera detenida por su rebeldía, los padres de Marji deciden enviarla a estudiar a un liceo francés en Viena, Austria, donde pueda estar segura. Allí vive en una residencia de monjas católicas, donde tampoco se encuentra cómoda debido a su comportamiento discriminatorio y crítico con su pueblo. Marji  intenta hacer amigos, pero se siente aislada en un país extranjero rodeada por gente superficial que toma su libertad por sentada. A medida que pasan los años, Marji es expulsada de su refugio temporal por insultar a una monja y acaba vagabundeando por las calles. Sigue mudándose de casa en casa sin encontrar su lugar, hasta acabar en la casa de una extraña profesora de filosofía jubilada. Una noche, la figura de su abuela se le aparece, diciéndole que debe permanecer fiel a sí misma, después de que en una de las fiestas a las que asiste mintiera sobre su nacionalidad. Se involucra en una apasionada historia de amor con Markus, que termina cuando descubre que este le engaña. La cosa empeora sustancialmente cuando su casera la acusa de haberle robado un broche y Marji tiene que huir de la casa en la que vive y pasar duras noches durmiendo en un banco.  Allí es donde enferma de bronquitis y está a punto de morir.  
Marji se recupera en un hospital de Viena y regresa a Irán con el permiso de su familia y espera que el fin de la guerra mejore su calidad de vida. Pero la cosa no mejora y Marji cae en una depresión clínica e intenta suicidarse con una sobredosis de medicamentos. En este momento sueña con Dios y Karl Marx que le recuerdan lo que es importante y con ello su determinación se renueva y comienza disfrutar de la vida otra vez. Asiste a clases en la universidad e inicia una relación con un compañero de estudios. Pero a pesar de este nuevo cambio, se da cuenta de que la situación ha empeorado progresivamente y que la sociedad iraní está más tiranizada que nunca. Las ejecuciones en masa por creencias políticas se han vuelto comunes y las nuevas normas morales absurdas. Ella y su novio se cogen la mano por la calle y sus padres se ven obligados a pagar una multa para evitar su detención.
Su matrimonio se desmorona después de un año. La redada de la policía en una fiesta a la que asiste tiene como resultado el asesinato de uno de sus amigos mientras trataba de escapar en los techos. Después de la muerte de su amigo y su divorcio, la familia decide que Marji debe abandonar el país de forma permanente para evitar ser el blanco de las autoridades iraníes como una disidente político. Su madre le prohíbe regresar y Marji acepta a regañadientes. Su abuela muere poco después de su regreso a Europa. En la última escena, Marji sube en un taxi y cuando este se aleja de la terminal sur del aeropuerto de París-Orly, la narrativa corta de nuevo a la actualidad. El conductor le pregunta de dónde es y ella responde "Irán", manteniendo la promesa que hizo a Anoush y a su abuela de que iba a recordar de dónde venía manteniéndose fiel a sí misma.