lunes, 12 de marzo de 2012

Kony 2012



¿Conoces a Joseph Kony?”. Es el criminal más buscado por el Tribunal de La Haya desde 2005, responsable de secuestros de niños, convertirlos en soldados, someterles a la esclavitud sexual… Campaba a sus anchas en Uganda y ahora siembra el terror en países vecinos. Sacarle a la luz y obligar a los Gobiernos a ponerle a buen recaudo es el objetivo de la campaña ‘Kony 2012’, un vídeo viral de 29 minutos rodado por un documentalista que se topó hace 9 años con el horror de cientos de niños huyendo abandonados y que ahora, a través de la ONG ‘Invisible Children’ ha revolucionado la red: 53 millones de visitas en cinco días que lleva el documento colgado en Youtube.
Kony, el líder del mesiánico Ejército de Resistencia del Señor ha secuestrado desde 1987 a más de 20.000 niños, principalmente en Uganda, a muchos de los cuales obligó a matar a sus propios padres antes de reclutarlos como soldados para su ‘ejército’. El responsable de la organización Invisible Children, un documentalista que conoció en África el drama de los niños soldado, prometió a uno de ellos hacer algo para acabar con su abandono.
El documental arranca con el nacimiento del hijo del documentalista, a quien narra la historia de Joseph Kony. Igual que el niño no sabe quién es ese asesino, el vídeo pretende ‘hacer famoso’ a este asesino para obligar al mundo a atraparlo. En las imágenes se narra la historia de uno de estos niños, que pide al ‘blanco’ que si no va a sacarle de allí, mejor le mate. Ha visto cómo los soldados de Kony cortaban el cuello a su hermano por intentar huir… El llanto no le deja concluir.
Los activistas de Invisible Children se movilizaron en Estados Unidos, se reunieron con políticos republicanos y demócratas, y todos les convencieron que si no hacían visible a Kony como un problema de opinión pública, la administración no movería un dedo. Manos a la obra: han reclutado a personalidades famosas (Angelina Jolie, George Clooney, Ronaldo, Oprah Winfrey) para que ellos usen su ‘visibilidad’ para dar a conocer a este ‘monstruo’. También a políticos para que pongan en su ‘agenda’ la prioridad de detenerlo. Consiguieron que Obama destinara a cien asesores militares a Uganda para atraparlo, pero el tiempo pasa y Kony se movió más allá de las fronteras ugandesas.
El tiempo corre, y si Kony vuelve a pasar al anonimato, a dejar de estar en las preocupaciones de la ‘agenda’, los cien asesores serán retirados y el Ejército de Resistencia del Señor habrá ganado. Por ello se hizo este video que arrasa en YouTube y que, desde el pasado lunes en que fue colgado, ya ha recibido más de 53 millones de visitas, fundamentalmente de jóvenes y adolescentes que, ahora sí, saben quién es Kony y se lo trasmiten a sus amigos por la red y lo comentan a sus padres.
La organización Invisible Children avisa que el vídeo desaparecerá el 31 de diciembre de 2012. Antes hay que atrapar a Kony gracias a la movilización y a la presión de la opinión pública movilizada en Internet. El 20 de abril piensan empapelar las ciudades de Estados Unidos con pegatinas y póster de Kony (elaborados por el mismo publicista que hizo el célebre pastiche en rojo y azul de Obama para su candidatura presencial): el objetivo, hacer visible a Joseph Kony y todo el mundo se pregunte cómo es posible que siga, 25 años después, libre y aterrorizando a los niños de Uganda.
Como un gran producto de marketing que es, el movimiento se financia a través de un ‘kit’ que incluye dos pulseras con el emblema ‘Kony 2012’, algo que ha provocado las críticas de otras ONGs. Sin embargo, el resultado final se verá cuando acabe el año: si Kony ha sido detenido por estar bajo los focos permanentes de este movimiento viral, habrá merecido la pena.
Pero no nos olvidemos de que los criminales de guerra no sólo estan en África..



domingo, 11 de marzo de 2012

Fatima Mernissi

La escritora marroquí Fátima Mernissi (Fez, 1940), Premio Príncipe de Asturias de las Letras, lleva muchos años abriendo el camino de la democracia, no sólo en su país sino en todo el mundo islámico, por medio de un feminismo que reivindica derechos y, sobre todo, reconocimiento tanto político como religioso.
Mernissi publicó hace algún tiempo el libro Las sultanas olvidadas. Con él pretendía hacer ver que la costumbre no hace dogma y que, en la historia del islam, no siempre la mujer estuvo apartada del poder; al contrario, hubo casos en los que lo ejerció de muchos modos. En el libro resaltan dos ejemplos: el primero se refiere a una esclava del califa cordobés Alhaquen II, y el segundo, a la esposa del primer señor de Tetuán, a principios del siglo XVI.
La esclava de Alhaquen, a quien los cronistas árabes designan como malika Qurtuba, reina o sultana de Córdoba, se llamaba Subh, nombre que no es sino la arabización de Aurora. Era una cristiana vasca. Aurora -o Subh- vivió en el siglo X, fue madre del califa Hixen y regente durante el tiempo de su infancia. Aunque los autores aportados por Mernissi no se pongan de acuerdo sobre el papel desempeñado por Subh en la administración omeya tras la muerte del padre de su hijo, si parece estar claro que influyó en los proyectos culturales de su marido y que después, gracias a ella, pudo llegar Almanzor a la cima de su poder.
Pero lo que en ésta no fue sino el producto de una conspiración urdida desde el harén, se vuelve política en el estricto sentido de la palabra en el caso de Sayda o Sitt la Horra, ante cuya historia clama Mernissi contra el silencio de los historiadores marroquíes para con los casos femeninos de poder.
Sayda, cuyo nombre real probablemente fuera Aixa, era hija de Catalina Fernández, natural de Vejer de la Frontera, casada a finales del siglo XV con el marroquí Alí ben Rachid, descendiente del santo con más devoción en todo Marruecos, Abdesalam ben Mechich, y señor prácticamente independiente de la región de la Yebala con capital en Chauen. Catalina cambiaría más tarde el nombre castellano por el de Laila Zuhra.
Sayda se casó siendo todavía muy joven con el granadino Alí al Mandri que, tras la derrota de El Zagal a manos de su sobrino Boabdil, se había exiliado al norte de África y había refundado con sus seguidores Tetuán. Gobernó junto a su marido hasta 1515 y, a partir de ahí, lo hizo por sí misma sin que, hasta ahora, pueda determinarse si el Señor Al Mandri murió entonces, estuvo enfermo o no tuvo más remedio que compartir el poder con su mujer.
El caso es que, a partir de esa fecha, se la nombra siempre con el calificativo de Sitt (Señora) que Mernissi pone como otro término, sinónimo asimismo de reina en el mundo islámico. La Horra -la grande o la noble- fue el apodo que, igual que en el caso de la esposa de Boabdil, acompañó al nombre.
Durante una veintena de años Sitt al Horra dirigió el tráfico naval y las empresas corsarias en el Mediterráneo occidental después de haber llegado a acuerdos con el pirata Barbarroja que operaba, bajo los auspicios de Turquía, desde Túnez a Baleares. Los portugueses, que debieron soportar sus incursiones en las aguas de Ceuta y Alcázarseguer la llaman en sus Anales Cidalforra, alcaidesa e senhora y negociaban con ella la liberación de sus prisioneros.
Probablemente fueran sus triunfos en estas actividades los que llevaron al sultán Ahmad al Wattasi a casarse con la Horra en 1541 y a aceptar que la ceremonia de la boda se realizara en Tetuán, algo que ni había pasado antes ni pasó otra vez después. Gracias a ello la capital del norte ostenta todavía el título de "ciudad imperial".
Algún tiempo después las cañas se volverían lanzas y Sayda la Horra se vería despojada del poder por parte de sus propios parientes. Aunque no haya noticias precisas sobre esta última etapa, sí se sabe que buscó su retiro en la población donde había nacido, Chauen, y murió allí. Todavía puede el viajero ver su tumba en la ermita raisuniya.
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Las casualidades de la historia

La familia a la que pertenece la ermita donde reposan los restos de Sit al Horra es la de los Raisun, emparentados con el santo Abdesalam ben Mechich y con nuestra sultana. Su personaje más conocido es Muley Ahmed El Raisuni, encarnado por Sean Connery en la película El viento y el león, que tuvo la osadía de raptar a Mistress Picaris, esposa del embajador norteamericano en Tánger a principios del siglo XX. El Raisuni se forjó una leyenda de "bandolero noble" actuando unas veces aliado a los españoles contra el sultán, con el sultán y contra los españoles, otras, o haciéndoles la guerra a ambos.
Pero la fama del linaje viene de mucho más atrás y se conecta también con la historia de España. Fernand Braudel, en su obra El Mediterráneo y el mundo mediterráneo en tiempos de Felipe II, lo destaca: "La última cruzada de la cristiandad no fue la batalla de Lepanto. Fue, siete años más tarde, la expedición portuguesa que habría de terminar en la batalla de Alcazarquivir (4 de agosto de 1578) (...) en las riberas del río Luco, que va a desembocar en Larache. (Yazul Raisun) proclamó la guerra santa contra el invasor (...) El pequeño ejército portugués invadía, pues, un país resuelto a defenderse y que disponía, además, de una excelente caballería, de piezas de artillería y de arcabuces (éstos, con frecuencia, andaluces). Los cristianos fueron aplastados por el número".
Esa batalla, la de los Tres Reyes (allí murieron tanto el rey Don Sebastián de Portugal como dos de los pretendientes al sultanato de Marruecos), reñida junto a ese río que hasta hace medio siglo sirvió de frontera entre las zonas española y francesa del protectorado marroquí, permitió varias coincidencias.
Gracias a ello la dinastía saadiana, antecesora de la alauí, accedería al trono marroquí, los Raisuni se convertirían en una de las familias más poderosas del norte y su cofradía, la Yazulía, en la que regiría el santuario de Muley Abdesalam Ben Mechich. Y Felipe II, sin haber intervenido en el conflicto, se encontró con que caía sobre sus sienes la corona de Portugal para unirla a las de Castilla y Aragón.
La tumba de la Gran Señora estaría durante cuatro siglos fuera del alcance de las miradas de cualquier "infiel": la ciudad de Chauen engrosó la lista de "ciudades prohibidas" hasta que en 1920 entraran en ella las tropas del general Berenguer. Ahora los ayuntamientos de Vejer y de Chauen se encuentran, inexcusablemente, cada año en una u otra ciudad; sentimentalmente, Sayda reina en las dos orillas.

sábado, 10 de marzo de 2012

Interminable Kvothe

Sí, la segunda entrega de la historia de Kvothe se me ha hecho si más no interminable.. Y no por las más de 1000 pàginas del libro, si nó porque llega un momento en que la historia no da para más y se hace lenta y pesada y con una serie de capítulos de los que se podria prescindir totalmente. Por no hablar del ya insoportable autoestima y autosuficiencia del protagonista, al que no sólo no hay nada que se le resista en este mundo, si nó que además no para de autoelogiarse a lo largo del relato. Me he quedado con un sabor agridulce por momentos, ya que es un personaje al que a ratos se le coje cariño y a otros desearías que los Chandrian acabaran también con él para callarle esa bocaza. Puede que sea la única que piense así en todo el Universo, ya que todas las reseñas y críticas que he encontrado por la red lo alaban y lo califican como "uno de los mejores libros que han leído nunca". A mí personalmente no me ha parecido para tanto, la verdad, aunque quizás sea que el género en sí tampoco me mata.. Ya tendré tiempo para decidir si me aventuro con la tercera entrega cuando aparezca o directamente me espero al lanzamiento de la película, de la que no he oído ningún rumor por el momento pero imagino que los productores no seran tan estúpidos de desaprovechar un pastel así al menos que crean que después de Harry Potter el público no tendrá ganas de soportar otra larga saga de adolescentes y magía. Os dejo esta reseña de "Crónicas de los Reinos", una de las más críticas que he podido encontrar.
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 El libro consta de un prólogo y un epílogo muy similares entre sí -al igual que en la primera novela-; y 152 capítulos de extensión variable.

¿Dónde viajeremos en esta ocasión? Continuaremos en la Universidad e Imre durante las primeras 400 páginas, más o menos, pero más tarde recorreremos con Kvothe lugares como Severen, donde el maer Alveron -un hombre más rico que el rey de Vint- le encargará un trabajo en las tierras del norte cerca del Eld. Conoceremos el mundo de los Fata gracias a la aparición de Felurian; descubriremos las extrañas costumbres de Ademre; pasaremos por pequeños pueblos, e incluso volveremos a Tarbean. Todo esto hasta regresar de nuevo a la Universidad.
La prosa de Patrick Rothfuss es brillante, con un vocabulario amplio y gran variedad de detalles, además de hacernos reflexionar en más de una ocasión gracias a los diálogos de los personajes.
El ritmo en general es bastante constante, pero hay momentos concretos en que se hace más lento, como si el autor quisiera alargar las escenas de forma innecesaria. El modo de introducir la parte de Felurian me ha resultado un poco forzada, aunque esto se ve recompensado gracias a la aparición del Cthaeh, uno de los momentos más interesantes de la estancia de Kvothe en Fata, además de importante para la historia global.
Una de las grandes sorpresas que nos dará el Arcanista será cuando se encuentre en el camino con un grupo de Edena Ruh, sin duda una actuación impresionante, pero, ¿exagerada?
Particularmente creo que sigo enamorada de la universidad -al igual que Kvothe-, siendo las vivencias de este lugar las que más me gustan, tal vez también por los personajes.
Como siempre, podemos apreciar la diversidad de lenguas y costumbres de los distintos territorios, en esta ocasión centrándose más en los Adem, resultando muy interesante su forma de percibir el mundo. Sin duda Patrick Rothfuss ha creado una historia muy original.

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- ¿Sabes qué pasaría si trataras de apuñalar a Ambrose? -me preguntó Sim.
Pensé un momento. Era como tratar de recordar lo que habías desayunado un mes atrás.
- Supongo que habría un juicio -dije despacio-. Y la gente me invitaría a copas.
Fela se tapó la boca con una mano para ahogar un risa.
- Veamos -dijo Simmon-. ¿Qué es peor, robar un pastel o matar a Ambrose?
Medité unos momentos y pregunté:
- ¿Un pastel de carne o de fruta?
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El argumento se centrará en la búsqueda de Kvothe de los Amyr. ¿Cómo pudieron desaparecer tan deprisa? ¿Por qué no se sabe nada de ellos desde entonces? ¿Siguen ocultos o murieron todos? Nuestro protagonista se hará todas estas preguntas y para resolverlas aprovechará la oportunidad de viajar a otras partes del mundo. Con este propósito se sumergirá en grandes aventuras y problemas.
Por otra parte, en la posada Roca de Guía el Arcanista seguirá contando su historia, habiendo momentos en los que vuelve a ser el héroe de siempre, pero retornando a las sombras con mucha facilidad.
En esta ocasión la historia abarcará desde los 15 hasta los 17 años.
Los personajes siguen tan cuidados como siempre.
Kvothe madura en su viaje, sigue actuando de manera arriesgada en algunos momentos, pero el cambio de su actitud se ve reflejado conforme nos vamos acercando al final. Orgulloso e inteligente. Actuando como un ladrón, héroe o asesino.
Denna continúa siendo un misterio y desapareciendo cuando le conviene. Dejándonos cada vez con más curiosidad sobre la identidad de su mecenas.
En los momentos que estemos en la Universidad Elodin tomará más protagonismo, donde sus apariciones serán del agrado de todos. Seguirá haciendo cosas sin sentido y la mar de dispares.
A los amigos de Kvothe -Simmon, Wilem y Fela, principalmente, aunque también Mola, Auri y Devi, aunque esta última no se encuentre en la Universidad exactamente- se les tomará cada vez más cariño, dando también su toque de humor.
En Severen los personajes más destacados serán el maer Alveron, quien contratará los servicios de Kvothe. Y Bredon, un hombre mayor que hará que la estancia de nuestro protagonista en el palacio del maer sea más agradable.
También compartiremos viaje con dos mercenarios -Dedan y Hespe-, un rastreador -Marten- y un mercenario Adem -Tempi-, el cual más adelante conducirá a Kvothe hasta Ademre donde será adiestrado por Vashet.
Conoceremos a Felurian y la magia que la rodea, siendo peligrosa y adorable al mismo tiempo.
Más o menos, estos son algunos de los personajes del relato que narra el Arcanista. Y en la taberna Roca de Guía escuchando su historia estarán como siempre Cronista y Bast.
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Pese a mis otros fracasos, seguía progresando mucho en mis estudios con el maestro Elodin. (...)
Me hizo llevar los ojos vendados durante tres días seguidos, lo que no mejoró mi rendimiento en las otras asignaturas, pero les hizo mucha gracia a Wil y Sim.
Me animó a averiguar cuánto tiempo podía permanecer despierto. Y como podía permitirme todo el café que quisiera, aguanté casi cinco días. Aunque al final me puse muy frenético y empezaba a oír voces.
Y entonces ocurrió el incidente del tejado del Archivo. (...)
Se estaba preparando una tormenta monumental, y Elodin decidió que me convenía pasar un rato a la intemperie. (...) Elodin sabía que Lorren jamás nos permitiría acceder al tejado del Archivo, así que le robó la llave.
Por desgracia, cuando la llave salió volando, nadie supo que estábamos atrapados allí arriba. Y nos vimos obligados a pasar toda la noche en el tejado (...)
Nada de todo esto hubiera supuesto ningún problema grave si, justo cuando había empezado a llover, Elodin no se hubiera empeñado en que nos desnudáramos, envolviéramos nuestra ropa en un tela encerada y la bajásemos hasta el patio atada a un ladrillo. (...)
Por eso fue que el maestro Lorren, Distrel, el guíler de Lorren, y tres secretarios musculosos nos encontraron a Elodin y a mí, desnudos y empapados como dos ratas ahogadas, en el tejado del Archivo. Al cabo de quince minutos, toda la Universidad sabía lo ocurrido. Elodin se partía de risa con todo aquello (...)
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Nos encontramos con una historia de fantasía épica donde en esta ocasión habrá más acción y más amor.
El final es positivo y queda abierto, dejándonos de nuevo en la Universidad tras las aventuras de Kvothe, pero donde se nos avisa que en el siguiente volumen las cosas volverán a complicarse.
En conclusión: El Temor de un Hombre Sabio es un continuación perfecta para El Nombre del Viento. Personajes complejos y bien definidos, una historia interesante y original, un ritmo constante... más amor, más acción y más viajes. Un libro que te cautivará si disfrutaste de su primera parte.
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Todo hombre sabio teme tres cosas: la tormenta en el mar, la noche sin luna y la ira de un hombre amable.
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viernes, 9 de marzo de 2012

Mahmoud Darwish

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محمود درويش
عابرون في كلام عابر

ايها المارون في الكلمات العابرة
احملوا أسمائكم وانصرفوا
وأسحبوا ساعاتكم من وقتنا ،و أنصرفوا
وخذوا ما شئتم من زرقة البحر و رمل الذاكرة
و خذوا ما شئتم من صور،كي تعرفوا
انكم لن تعرفوا
كيف يبني حجر من ارضنا سقف السماء 

ايها المارون بين الكلمات العابرة 
منكم السيف - ومنا دمنا
منكم الفولاذ والنار- ومنا لحمنا 
منكم دبابة اخرى- ومنا حجر
منكم قنبلة الغاز - ومنا المطر
وعلينا ما عليكم من سماء وهواء
فخذوا حصتكم من دمنا وانصرفوا
وادخلوا حفل عشاء راقص..و انصرفوا
وعلينا ،نحن، ان نحرس ورد الشهداء 
و علينا ،نحن، ان نحيا كما نحن نشاء

ايها المارون بين الكلمات العابرة
كالغبار المر مروا اينما شئتم ولكن
لا تمروا بيننا كالحشرات الطائرة
خلنا في ارضنا ما نعمل 
و لنا قمح نربيه و نسقيه ندى اجسادنا 
:و لنا ما ليس يرضيكم هنا
حجر.. او خجل
فخذوا الماضي،اذا شئتم الىسوق التحف
و اعيدوا الهيكل العظمي للهدهد، ان شئتم 
على صحن خزف
لناما ليس يرضيكم ،لنا المستقبل ولنا في ارضنا ما نعمل

ايها المارون بين الكلمات العابره
كدسوا اوهامكم في حفرة مهجورة ، وانصرفوا
واعيدوا عقرب الوقت الى شرعية العجل المقدس
!او الى توقيت موسيقىمسدس
فلنا ما ليس يرضيكم هنا ، فانصرفوا
ولنا ما ليس فيكم : وطن ينزف و شعبا ينزف 
وطنا يصلح للنسيان او للذاكرة
ايها المارون بين الكلمات العابرة
آن ان تنصرفوا 
وتقيموا اينما شئتم ولكن لا تقيموا يننا
آن ان تنصرفوا 
ولتموتوا اينما شئتم ولكن لا تموتو بيننا
فلنا في ارضنا مانعمل
ولنا الماضي هنا
ولنا صوت الحياة الاول
ولنا الحاضر،والحاضر ، والمستقبل
ولنا الدنيا هنا...و الاخرة 
فاخرجوا من ارضنا
من برنا ..من بحرنا
من قمحنا ..من ملحنا ..من جرحنا
من كل شيء،واخرجوا  
من ذكريات الذاكرة
ايها المارون بين الكلمات العابرة!.. 

Mahmoud Darwish
Pasajeros entre palabras fugaces
Traducción de María Luisa Prieto
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Pasajeros entre palabras fugaces:
Cargad con vuestros nombres y marchaos,
Quitad vuestras horas de nuestro tiempo y marchaos,
Tomad lo que queráis del azul del mar
Y de la arena del recuerdo,
Tomad todas las fotos que queráis para saber
Lo que nunca sabréis:
Cómo las piedras de nuestra tierra
Construyen el techo del cielo.
 
Pasajeros entre palabras fugaces:
Vosotros tenéis espadas, nosotros sangre,
Vosotros tenéis acero y fuego, nosotros carne,
Vosotros tenéis otro tanque, nosotros piedras,
Vosotros tenéis gases lacrimógenos, nosotros lluvia,
Pero el cielo y el aire
Son los mismos para todos.
Tomad una porción de nuestra sangre y marchaos,
Entrad a la fiesta, cenad y bailad...
Luego marchaos
Para que nosotros cuidemos las rosas de los mártires
Y vivamos como queramos.
 
Pasajeros entre palabras fugaces:
Como polvo amargo, pasad por donde queráis, pero
No paséis entre nosotros cual insectos voladores
Porque hemos recogido la cosecha de nuestra tierra.
Tenemos trigo que sembramos y regamos con el rocío de nuestros cuerpos
Y tenemos, aquí, lo que no os gusta:
Piedras y pudor.
Llevad el pasado, si queréis, al mercado de antigüedades
Y devolved el esqueleto a la abubilla
En un plato de porcelana.
Tenemos lo que no os gusta: el futuro
Y lo que sembramos en nuestra tierra.
 
Pasajeros entre palabras fugaces:
Amontonad vuestras fantasías en una fosa abandonada y marchaos,
Devolved las manecillas del tiempo a la ley del becerro de oro
O al horario musical del revólver
Porque aquí tenemos lo que no os gusta. Marchaos.
Y tenemos lo que no os pertenece:
Una patria y un pueblo desangrándose,
Un país útil para el olvido y para el recuerdo.
 
Pasajeros entre palabras fugaces:
Es hora de que os marchéis.
Asentaos donde queráis, pero no entre nosotros.
Es hora de que os marchéis
A morir donde queráis, pero no entre nosotros
Porque tenemos trabajo en nuestra tierra
Y aquí tenemos el pasado,
La voz inicial de la vida,
Y tenemos el presente y el futuro,
Aquí tenemos esta vida y la otra.
Marchaos de nuestra tierra,
De nuestro suelo, de nuestro mar,
De nuestro trigo, de nuestra sal, de nuestras heridas,
De todo... marchaos
De los recuerdos de la memoria,
Pasajeros entre palabras fugaces.


lunes, 5 de marzo de 2012

Identidades asesinas

Sobre el autor..
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Amin Maalouf (1949- ), escritor libanés de lengua árabe y formación francesa. Nació en Beirut, donde cursó estudios de Economía y Sociología. Escribió artículos sobre temas de política internacional en Al-Nahar. En 1976, en el momento de la guerra civil en Líbano, fijó su residencia en Francia, país en el que continuó su actividad periodística como redactor en jefe de Jeune Afrique.
Comenzó su carrera literaria en 1983 con Las cruzadas vistas por los árabes. Después de esta obra ha publicado León el Africano (1986), basada en la vida de un viajero del siglo XVI; Samarcanda (1988), sobre el poeta persa Omar Jayyam; Los jardines de luz (1991), que recupera la trayectoria de Mani, fundador del maniqueísmo; El primer siglo después de Béatrice (1991); La roca de Tanios (premio Goncourt 1993), libro en el que desarrolla el tema del exilio y la memoria colectiva; Las escalas de levante (1996), una exhortación a la paz entre árabes y judíos; e Identidades asesinas (1999), que ha recibido el premio europeo de ensayo otorgado por la Fundación Charles Veillon. A propósito de este libro, el autor ha manifestado que "la escritura tiene como papel esencial desarrollar mitos positivos" y que "la primera religión del ciudadano es la de la coexistencia".
Además de los textos citados, también se han publicado en lengua castellana La invasión (1994) y El viaje de Baldassare (2001). 
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Identidades asesinas
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El libro comienza haciendo alusión a la propia experiencia del autor, que a lo largo de los años ha tenido que responder a la pregunta: ¿Qué te sientes más: francés o libanés? Él responde que por una parte ha nacido en Líbano, el árabe es su lengua materna, allí pertenecen sus recuerdos de infancia y que por tanto no puede renunciar a esa parte de sí mismo, pero que lleva 22 años viviendo en Francia y la lengua francesa es en la que escribe su obra, así que también siente como suya esa tierra. Su identidad, única, es una mezcla de dos mundos, varias lenguas, tradiciones y culturas. 
La gente parece quedar muy satisfecha con esa explicación, pero acto seguido, se acercan y le preguntan: eso está muy bien, pero EN EL FONDO, ¿Qué te sientes más?
En palabras del autor: "Durante mucho tiempo esa pregunta me hacía sonreir. Ya no, pues me parece que revela una visión de los seres humanos que está muy extendida y que a mi juicio es peligrosa. Cuando me preguntan qué soy en el fondo de mi mismo, están suponiendo que en cada persona hay solo una pertenencia que importe".
Maalouf denuncia que, en la actualidad, a las personas se les impele a definirse a sí mismos con esa supuesta "única identidad" que suele coincidir con una religión, una etnia, una lengua y mostrarla con orgullo frente a los demás. Los que defienden una identidad más compleja se ven marginados. Expone el ejemplo de un joven nacido en Francia pero de padres argelinos. Está claro que comparte dos pertenencias muy claras (sin entrar en religión, orientación sexual, lengua, etc.). Esta realidad, debería ser para él enriquecedora, si pudiera vivirla con serenidad, pero en el momento en el que debe elegir cómo se siente EN EL FONDO: "Si cada vez que se confiesa francés hay quienes lo miran como un traidor, como un renegado incluso, y si cada vez que manifiesta lo que le une a Argelia, a su historia, a su cultura y su religión es blanco de la incomprensión, la desconfianza y el recelo", aparece el conflicto de identidad.
Es sólo un ejemplo, pero para el autor estos conflictos de identidad no son en absolutos insignificantes, puesto que en nombre de la identidad se han cometido algunas de las más terribles masacres de la Historia.
¿Qué es lo innato en la identidad de una persona? Si a un bebé recién nacido se le lleva a otro lugar del mundo y crece y se desarrolla allí, no tendría ningún recuerdo ni ningún sentimiento de pertenencia a su etnia, religión o lengua natal. "Por tanto lo que determina que una persona pertenezca a un grupo es esencialmente la influencia de los demás; la influencia de los seres cercanos (familiares, compatriotas, correligionarios) que quieren apropiarse de ella, y la influencia de los contrarios, que tratan de excluirla". La identidad se va construyendo poco a poco a base de elecciones, imposiciones y renuncias, y también por medio de las heridas en el orgullo que se van sufriendo a lo largo de la vida por cualquier cuestión relativa a la identidad. 
"Cuando alguien ha sufrido vejaciones por su religión, cuando ha sido víctima de humillaciones y burlas por el color de su piel o por su acento, o por vestir harapos, no lo olvida nunca".
Las personas suelen sentirse, además, más apegadas a la parte de su identidad que sienten más atacada. Cuando es una comunidad y no sólo una persona la que se siente herida, inevitablemente surgen cabecillas que instan a la venganza, a exigir respeto o a utilizar métodos extemos para reivindicar su identidad. En ese momento puede estallar una guerra. "Porque pase lo que pase los OTROS se lo han merecido y NOSOTROS no olvidaremos todo lo que hemos tenido que soportar". Los ejemplos son tantos a lo largo de la historia que seguro que les vienen a la cabeza muchos ejemplos, en toda época y lugar. Desde la barbarie nazi, al genocidio de Ruanda o la guerra de la ex yugoslavia (por mencionar conflictos recientes).
No son casos aislados. "El mundo está lleno de comunidades heridas, que aún hoy sufren persecuciones o que guardan el recuerdo de antiguos padecimientos, y que sueñan con obtener venganza. No podemos seguir siendo insensibles a su calvario, no podemos por menos de apoyarlas en su deso de hablar en libertad su lengua, de practicar sin temor su religión o de conservar sus tradiciones. Pero de esa comprensión derivamos a veces hacia la INDULGENCIA. A los que han sufrido la arrogancia colonial, el racismo, la xenofobia, les perdonamos los excesos de su propio arrogancia nacional, de su propio racismo y de su propia xenofobia, y precisamente por eso nos olvidamos de la suerte de sus víctimas, al menos hasta que corren ríos de sangre."
No hay que irse, sin embargo, a situaciones tan extremas para observar este fenómeno. En el mundo hay muchos lugares donde existen tensiones de este tipo: quebequenses y angloparlantes en Canadá, valones y flamencos en Bélgica, griegos y turcos, chinos y malayos, inmigrados y población local...
Pero también en todas las comunidades hay personas que poseen una identidad compuesta, personas "fronterizas", como el joven francés del ejemplo. Esas personas tendrían que poder ser un enlace entre ambas comunidades, ya que si por el contrario no pueden vivir su complejidad en libertad figurarán entre las filas de los más violentos que "matan" por su identidad o por hacer desparecer esa parte de ellos mismo que han llegado a odiar.
En la sociedad actual donde el fenómeno de la inmigración es una realidad de dimensiones hasta ahora nunca conocidas, este tipo de reflexiones son más necesarias que nunca. Para reducir los conflictos la palabra clave en opinión del autor es "RECIPROCIDAD". Si el inmigrado siente que su nuevo país le pertenece que las leyes son las suyas, que forma parte de él, podrá criticar lo que no le guste. Si ese país le acepta con sus singularidades, como miembro de pleno derecho, entonces podrá rechazar aspectos de la cultura que sean incompatibles con sus leyes y sus principios. 
"El derecho a criticar al otro se gana, se merece."
"Para ir con decisión en busca del otro, hay que tener los brazos abiertos y la cabeza alta, y la única forma de tener los brazos abiertos es tener la cabeza alta. Si a cada paso que da una persona siente que está traicionando a los suyos, que está renegando de sí misma, el acercamiento estará viciado; si aquel cuya lengua estoy estudiando no respeta la mía, hablar su lengua deja de ser un gesto de apertura y se convierte en un acto de vasallaje y sumisión".

domingo, 4 de marzo de 2012

El Holocausto por Ahmadinajad

Interesantes reflexiones sobre el Holocausto del por el momento todavía presidente iraní Mahmoud Ahmadinajad para la cadena NBC. Falta por ver si con ello defiende los intereses del pueblo palestino o los suyos propios..




sábado, 3 de marzo de 2012

Las diez lecciones de la primavera árabe

- Jordi Pérez Colomé (obamaworld.es)
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Todas las revoluciones árabes han cumplido un año, menos Siria. Primero fue Túnez, luego Egipto, Yemen, Bahráin y Libia. El 15 de marzo será el aniversario de Siria. Junto a Bahráin -aunque menos- son las dos que aún colean. Las otras cuatro están en otra etapa.
La última en pasar de momento de etapa ha sido Yemen, que desde hace una semana tiene un presidente nuevo, Abdo Rabo Mansur Hadi. Es un buen momento para repasar qué ha ocurrido en diez lecciones.
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1. Los dictadores son dictadores por algo. La Liga Árabe es un club de dictadores. Hasta la primavera árabe solo dos países -Líbano e Irak- eran algo parecido a una democracia. Desde hace unos meses, Túnez es el mejor ejemplo de libertad de la región, sin ser perfecto. Egipto, Libia y Yemen están en una especie de transición. Los otros 16 -con Siria, que está suspendida- son dictaduras, alguna menos salvaje disfrazada de monarquía.
Durante este año, hemos visto con sorpresa y rabia la reacción de algunos gobiernos ante los ciudadanos que salían a la calle. Derrocar a una dictadura nunca ha sido fácil. La primavera árabe ha recordado que la violencia que se desencadena puede ser brutal. No es solo eliminar a un dictador, sino desmontar un sistema del que se benefician miles o millones a costa del resto de la población. No es labor de un día.
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2. Hay que ser dictador, pero también tener amigos y no ser tonto. Los primeros dictadores que cayeron se quedaron sin amigos en su país. Zine Abedine Ben Alí, en Túnez, había malgastado una fortuna y la corrupción de su familia era pública. Hosni Mubarak, en Egipto, pretendía ceder su cargo a su hijo Gamal. Sus ejércitos les abandonaron.
Luego cayó Gadafi, que es el peor ejemplo de dictador. Reunía todos los defectos de Ben Alí y Mubarak y además en el extranjero sus amigos eran pocos. En el mundo árabe se había peleado con todos y algún nuevo amigo que encontró en Occidente, se olvidó de él en seguida. Ni siquiera Rusia y China creyeron que era indispensable.
Por si fuera poco, cuando empezó la revuelta en lugar de matar con discreción y acusar a otros, salió varias veces a gritar que los libios eran ratas. Su hijo también amenazó al país. No había modo de mirar a otro lado: el líder de Libia decía que iba a acabar con sus ciudadanos. Nadie quiso defenderle, y acabó mal.
Bahráin, Yemen y Siria lo han hecho mejor. Tienen amigos sólidos: los dos primeros son aliados de Estados Unidos, y Rusia protege a Siria. Ninguno es tonto. Los tres dictadores han culpado a extranjeros y terroristas de los males, no a todos sus ciudadanos.
Muchos dirán que el petróleo es la gran razón de que solo se atacara Libia. Pero se olvida a menudo que los dictadores necesitan vender el petróleo al mejor postor y China y otras autocracias ricas no lo compran todo. Occidente ya compra el petróleo de esos países; no le hace falta hacer la guerra para lograrlo. El petróleo iraní ya viene en parte a España. Por las sanciones, ya debe buscar alternativas. La guerra no le ayuda.
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3. Mejor vivir en un país sectario o con terroristas. Además de amigos y de echar pelotas fuera en público, ayuda al mantenimiento de un régimen tener una excusa buena para seguir en el poder. Ali Abdulá Saleh sabía que Estados Unidos confiaba en él para prevenir la expansión de Al Qaeda en el país. Estados Unidos entrena a las fuerzas antiterroristas yemeníes -que un día se pueden usar contra manifestantes o contra el sur separatista- y cuando es necesario Saleh permite actuar a aviones o misiles americanos en su territorio. Estados Unidos lo ve como un aliado imprescendible.
En Bahráin pasa algo parecido. Allí está la base de la Quinta Flota, que patrulla el Golfo Pérsico. Pero además tanto en Bahráin como en Siria, una minoría gobierna sobre la mayoría. Eso hace que el grupo gobernante sea monolítico: se sienten amenazados y deben defenderse. Siria, además de matar con discreción, tiene una alianza con Rusia hasta ahora indestructible.
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4. Pero mejor aún ser el rey y rico. Por ahora el ideal en esta primavera árabe ha sido ser rey y tener dinero. Excepto en Bahráin, las monarquías con petróleo del Golfo han evitado, de momento, grandes revueltas. Solo los chiíes en el este de Arabia Saudí y reivindicaciones por corrupción en Kuwait, han sido significativos.
Las dos monarquías árabes más humildes -Marruecos y Jordania- han visto manifestaciones y alguna represión, pero no han ido a más. Los reyes son más capaces de disimular, desviar las culpas y ceder poder sin perder privilegios; es más aceptable un monarca vitalicio que un presidente. Un rey puede permitir una monarquía constitucional a medio plazo, pero si un presidente acepta elecciones acabará tarde o temprano en la calle.
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5. Si eres Catar o has vivido un conflicto hace poco, es lo mejor. Catar es el país árabe que más ha impulsado y aprovechado los cambios. Su influencia ha crecido, tanto con Al Jazeera como con la intervención y reparto de fondos en los países que han cambiado de régimen. En Siria intenta lo mismo, pero allí el riesgo y el premio son mayores: debilitar a Irán al dejarle con un aliado clave menos.
Argelia, Sudán e Irak, cada cual con sus motivos, se han ahorrado disgustos en la primavera árabe. Aunque, como todos, han tenido que hacer concesiones para evitar males mayores. Los dos han vivido conflictos recientes; no hay ganas de más. Líbano, con su democracia particular, también se ha salvado.
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6. Internet puede ayudar, pero no siempre. Egipto fue el gran ejemplo de que las redes sociales pueden ayudar una revuelta. Primero, en una sociedad con medios censurados, Facebook deja ver que hay más opiniones que las oficiales, que los disidentes no están solos. Durante el proceso, les permite coordinarse. A Mubarak solo se le ocurrió cortar internet. No sirvió de nada.
En Siria han sido más listos. Como ya hacen en Irán y, sobre todo en China, por un lado vigilan la red y censuran lo que conviene y por otro espían por dónde pueden llegar las amenazas al sistema. Siria vio que no podía aceptar lo de Egipto y aprendió de Irán que las manifestaciones de centenares de miles y los campamentos en plazas debían evitarse como fuera. También intuyó que internet puede ser un instrumento de represión.
Hasta los activistas y periodistas deben ir con cuidado. Es probable que Siria disponga de tecnología que le haya permitido detectar y bombardear lugares desde donde operaban teléfonos vía satélite. Según el periodista del New Yorker Jon Lee Anderson, “sería mejor que los periodistas no usaran teléfonos por satélite desde Siria ni hicieran conexiones en directo”
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7. Los nuevos islamistas ganan. El islam político es el gran ganador de momento de la primavera árabe. Sus ciudadanos no hicieron las revueltas para contentar a occidente, sino para pedir más derechos. Resulta que en esas sociedades la mayoría es musulmana y muchos creen que la religión puede ser una buena guía para políticos. Así han votado.
Los Hermanos Musulmanes habían visto siempre la política desde la oposición, el exilio o la cárcel. Ahora deberán gobernar. Cuando uno tiene que decidir, se equivoca, y es el responsable si llegan los problemas. Habrá que ver qué logran y si convencen a sus votantes. De momento, nadie tiene intención de parecerse a Irán e incluso Hamás -rama palestina de los Hermanos- se aleja de la órbita iraní. Está todo en el aire, pero podría ser peor.
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8. Los árabes son normales. Los países árabes tienen sus rasgos: la religión, la tradición y el petróleo son importantes en la mayoría. Pero ya no podremos decir que prefieren vivir en regímenes represores. Muchos árabes han salido a la calle para pedir libertad y derechos.
Aún hay quien cree que los árabes no han nacido para ser libres. Esto es algo que los nuevos gobernantes y los nuevos estados que surjan deberán demostrar. Hoy todo está en el aire. Aunque quizá adapten -y no copien- el modelo occidental, habrá unos mínimos exigibles: derechos de la mujer, libertad de expresión y de culto. Uno de sus modelos, Turquía, es un ejemplo con defectos. Se ha iniciado un proceso de décadas.
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9. Las transiciones son aburridas. Las revoluciones son emocionantes. El pueblo sale a la calle y arriesga su vida por la libertad y un futuro más justo. Un año después empiezan las transiciones, que son más aburridas, pero son igual de importantes. Ahora las noticias que llegan de Túnez, Egipto y Libia tienen que ver más con economía, tribunales o sindicatos. Son procesos más difíciles de entender y la gente pierde interés. Es lógico, pero hay que estar tan atentos como sea posible.
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10. Algo ha cambiado para siempre. Las transiciones pueden ir mal. Pero imaginar que Túnez aceptará un nuevo Ben Alí o Libia un nuevo Gadafi parecen fuera de lugar. La población ha perdido el miedo, que es el primer paso y que en algunos países ocurrió antes de que caiga el dictador. El miedo se siente en seguida: en Siria lo viví al hablar con la gente y en Egipto ya no.
Los líderes más nerviosos de la región no son por tanto los tunecinos o los egipcios, sino los saudíes u, obviamente, los sirios. Hasta Irán, por mucho que dé la bienvenida al nuevo islamismo, sabe que tiene más que temer. Esta es la mayor lección: algo, aunque aún no todo, ha cambiado para siempre en el mindo árabe.