El texto íntegro de "Las mil y una noches" constituye un centón de materiales procedentes de distintas épocas y paises, reunidos a lo largo de un indiscriminado y largo proceso de acumulación y extensión. En su seno coexisten cuentos de imprecisa fecha con historias procedentes de obras eruditas, narraciones de origen indo-persa, iraquí y egipcio, pero también influencias de la "Odisea "y otras literaturas más "occidentales". La variedad de géneros es grande: cuentos maravilloso, fábulas de animales, historias de amor, relatos de crimenes, narraciones picarescas, literatura de viajes, cuentos de carácter didáctico, novelas de caballería, etcétera. Julio Samsó, catedrático de la Universidad de Barcelona, ha incorporado a esta Antologia, de la que también es traductor, las muestras más interesantes de esta vasta recopilación, acompañadas de una introducción y notas que las situán en su adecuado marco histórico y cultural.
Agradezco a mi profesor de literatura andalusí y gramática en los últimos años, Julio Samsó, por su regalo de un ejemplar de la Antologia y su dedicatoria que guardaré en mi biblioteca como un buen recuerdo.
- Hicimos el bien y nos pagaron con su contrario; esto, por mi vida, es propio de gente perversa. Quien hace el bien a desconocidos recibe la misma recompensa que el que protege a una hiena.
- No hay cuerpto que esté libre de envidia.
- La injusticia se oculta en el alma; si es fuerte, aparece; si es débil, permanece oculta.
- Si el mundo ha sido generoso contigo, sé tú generoso con todos los que te rodean antes de que la buena fortuna huya. La generosidad no la destruirá si se acerca ni la avaricia hará que permanezca si se va.
- Vivieron en medio de la felicidad, placer y alegría hasta que llegó el destructor de todos los deleites y el que disgrega a todas las sociedades humanas.
-
La gota de miel
"- Has de
saber, rey - explicó el ministro-, que, según me han contado, había un
cazador que cazaba fieras en el campo. Cierto día entró en una caverna
de las que se encuentran en la montaña y encontró un agujero lleno de
miel de abeja. Tomó parte de aquella miel en un odre que llevaba
consigo, se lo puso al hombro y si dirigió a la ciudad en compañía de su
perro de caza, por el que sentía gran cariño. Se detuvo junto a la
tienda de un hombre que comerciaba con aceite y le enseño la miel. El
comerciante se la compró, y a continuación, abrió el odre y extrajo la
miel para examinarla. Del odre cayó una gote de miel sobre la que se
lanzó un pájaro. Pero el comerciante tenía un gato que dio un salto para
atrapar al pájaro. El perro lo vio, y saltando a su vez, mató al gato.
El comerciante, por su parte, se echó sobre el perro del cazador y lo
mató. El cazador, asimismo saltó sobre el comerciante y lo mató. El
comerciante vivía en un pueblo y el cazador en otro y los conciudadanos
de ambos oyeron hablar de lo que había sucedido, tomaron sus armas e
instrumentos de guerra y se atacaron unos a otros. En encontraron los
dos bandos y las espadas no cesaron de voltear hasta que murieron todos.
Sólo Dios, ensalzado sea, sabe cuántos eran."
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