En los últimos años se ha disparado la
compra de tierras en África y en América Latina por parte de empresas y
particulares extranjeros. Para la mayoría de la población estos hechos
son desconocidos y en muchos casos no se les presta mucha atención,
porque se les considera aislados. Pero, ¿cuáles han sido los factores
que han propiciado esta tendencia que amenaza ahora la autosuficiencia?
1. – A partir del año 2015 será obligatorio en la Unión Europea (UE) el uso del 10% de biocombustibles para el transporte, lo que ha propiciado la compra de tierras en África.
2. – El sistema de producción intensiva de alimentos: grandes y fértiles hectáreas para el cultivo de alimentos.
3. – La escasez de agua en algunos países del Golfo Pérsico.
4. – El aumento de la población,
sobre todo en algunos países asiáticos como Corea del Sur (el mayor
comprador de tierras a nivel mundial con 2,3 millones de hectáreas).
5. – La especulación por la escalada de precios de los alimentos.
La mayoría de iniciativas de compra de
terrenos, ya sean personas físicas, empresas o estados, afirman que
generan puestos de trabajo en la región y que sólo compran terrenos
abandonados, pero la realidad es que los campesinos y campesinas de
África o de América Latina se ven privados de su principal, y en muchos
casos, única fuente de soporte de vida, obligándoles a emigrar a las
ciudades. En general se trata de buenas tierras no contaminadas por pesticidas y abonos químicos, precios ridículamente baratos a cambio de millones de hectáreas de campo cultivable, gobiernos corruptos que aceptan poner en peligro la seguridad alimentaria de su población y además, mano de obra barata,
por no decir regalada, crean un marco perfecto para estas cuestionadas
negociaciones. Encontramos numerosos ejemplos, entre los que destacamos:
- Etiopía: Donde el
gobierno ha ofrecido tres millones de hectáreas de su tierra más fértil a
países desarrollados y algunos de los individuos más adinerados del
mundo para que exporten alimentos a sus propias poblaciones. El dato
paradójico es que en este país 13 millones de personas viven en
situación de crisis alimentaria, según la Organización de las Naciones
Unidas para la alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en
inglés). Sin embargo, ni siquiera las áreas protegidas están a salvo,
como el Santuario de Elefantes de Babil, vendido en un 87% de su
territorio a un inversor europeo.
- Tanzania: Donde según
la FAO, miles de agricultores que cultivan arroz y maíz están siendo
expulsados de extensas áreas de tierra fértil para que corporaciones
occidentales establezcan sus plantaciones de biocombustibles.
- Zambia: El cultivo de
una variedad de higuera, no apto para el consumo humano, llamado
jatrofa, ha experimentado tal aumento en sus plantacón que numerosos
inversores subscriben contratos por 30 años de duración. Esta planta se
está cultivando también en Togo, Ghana, Senegal, Malí, Costa de Marfil y
Níger.
- Senegal: Los cultivos
para biocombustibles ocupan hoy un lugar destacado en el programa
gubernamental de renovación agrícola de ese país.
- Ghana: Donde las
grandes compañías planean plantar un millón de hectáreas de la llamada
jatrofa con el apoyo del gobierno. El problema de la jatrofa es que no
se come, y por lo tanto, los monocultivos de plantas para
biocombustibles tampoco solucionan los problemas de alimentación de las
poblaciones locales.
- Madagascar: País en
el que Daewoo Logistics de Corea del Sur se ha hecho con una enorme
extensión de tierras agrícolas en Madagascar para el cultivo de
alimentos para enviar de regreso a Seúl, en un acuerdo que según se
afirma es el mayor de su tipo. La empresa ha arrendado 1,3 millones
de hectáreas de tierras agrícolas - aproximadamente la mitad del tamaño
de Bélgica - de Madagascar durante 99 años. En este territorio está
previsto el cultivo de maíz y de aceite de palma para Corea del
Sur. Este acuerdo supone que la empresa tendrá la mitad de las tierras
cultivables de Madagascar para proveer de alimentos producto a los
surcoreanos.
China, a la compra de América del SurLa empresa estatal china Heilongjiang Beidahuang State Farms Bussines Trade Group anunció el pasado mes de agosto una inversión de 1.500 millones de dólares para cultivar 330.000 hectáreas de tierra en la Patagonia argentina. El proyecto, que se desarrollará en un plazo de veinte años, implica la puesta en producción de estas tierras hoy improductivas y en manos de pequeños propietarios con vistas a exportar lo producido a China. Se prevé que en la zona se cultive maíz, trigo, cebada, soja, cebolla, patatas, frutos secos y vides.
Así que el fondo de la cuestión es que esta nueva estrategia mundial de acaparamiento de tierras en África está provocando ya un incremento de la inseguridad alimentaria en el continente
y un elevado riesgo de que se incrementen la pobreza y el hambre en la
región. El responsable del Departamento de Medio Ambiente y Recursos
Naturales de la FAO, Alexander Mueller, subraya como “Los nuevos retos
para la seguridad alimentaria mundial y las inversiones globales deben
ser abordados a través de una adecuada regulación y con políticas
agrícolas y alimentarias bien fundamentadas. Sería útil desarrollar
directrices para la gobernanza de la tierra, o un código que regule las
inversiones internacionales, con el fin de facilitar la toma de
decisiones."
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