Orson Welles imaginó en 1982 en París, tres años antes de morir, el
acto de "un terrorista que hiciera volar Nueva York", en una
conversación filmada por el cineasta francés Jacques Grand Juan, quien decidió incluirla en la película que rodo en 2005 en la isla
griega de Tinos.
Grand Juan, considerado una de las promesas del
cine francés a principios de los 80, dijo durante el rodaje que registró
las confidencias del gran maestro del séptimo arte durante 15 minutos
en marzo de 1982 en un restaurante del parisino parque Bois de Boulogne.
El cineasta incluirá la totalidad de esta secuencia, inédita hasta ahora, en la película Lucifer et moi rodada en Tinos, en el mar Egeo, con los actores Jean Francois
Balmer y Pierre Etaix, y el actor y director húngaro Laszlo Szabo.
"El
enemigo es la capacidad de destrucción atómica, que puede aparecer por
la puerta trasera de los pequeños países que la tienen, como Pakistán,
Israel o quizás Sudáfrica. Podría ser un terrorista que hiciera volar
Nueva York... y entonces habría una reacción en cadena. Pero es mi
opinión", dijo Welles, según un guión confiado por Grand Juan.
Estas palabras del director que aterrorizó a Estados Unidos el 30 de octubre de 1938 con su adaptación radial hiperrealista de La guerra de los mundos,
de H.G. Wells, prefiguran curiosamente los atentados del 11 de
septiembre de 2001, en Nueva York y la subsiguiente "reacción en
cadena".
Grand Jaun se dio a conocer en 1979 por su primer largometraje, Rue du pied de grue, con el actor fránces Philippe Noiret.
Fortalecido por su éxito, realizó Pantheón,
para el que pidió a Welles que hiciera un papel que éste rechazó. El
director francés le propuso que viajara a París a dar explicaciones ante
la cámara, a lo que accedió. Pero la pélícula nunca se acabó y la
secuencia fue olvidada.
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