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En 2011 Sudan del Sur consiguió su independencia del Norte y con ello dio fin la guerra que gracias a esas lineas post-coloniales tan "bien" trazadas había enfrentado durante años a los musulmanes del norte con los cristianos del sur. Pero parece ser que Darfur queda como siempre en medio de la nada, su población negra y musulmana pertenece aún al estado de Sudan del Norte, de mayoría musulmana también pero de origen étnico árabe. Este racismo contra los que se suponía tenían que ser sus hermanos en la fe hizo que las milicias de los Yanyauid, con la colaboración del gobierno de el-Bashir, acabara con la vida de más de 300.000 personas y otras 200.000 tuvieron que buscar refugio en otros países como Chad.
Aunque ya conocía el conflicto, me he sentido mal conmigo misma después de ver la película, ya que a veces parece que centramos todos nuestros esfuerzos y nuestra rabia en algunos conflictos como Palestina, el Sahara Occidental,.. donde obviamente también se están violando los derechos humanos, pero ya el hecho de una "limpieza" étnica de estas dimensiones me parece de lo más condenable que pueda existir y no se debería de ningún modo acallar. Occidente defiende tanto la democracia y la libertad en depende de que casos, pero que MÁS puede pasar ya que esto, que gobiernos de este tipo sigan en pie y nadie haga algo no sólo para pararlo, sino para exigir que un tribunal internacional los haga pagar por sus crímenes.
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