domingo, 28 de octubre de 2012

Oh, Jerusalén!


!!Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas, y apedreas a los que te son enviados!! !Cuántas veces quise juntar a tus hijos, como la gallina junta sus polluelos debajo de las alas, y no quisiste!
He aquí vuestra casa os es dejada desierta.
Porque os digo que desde ahora no me veréis, hasta que digáis: Bendito el que viene en el nombre del Señor.
(Mateo 23:37-39)
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Como resulta que ahora me propongo ser "experta" en Relaciones Euromediterránia, aquí empieza la primera de las lecturas de la bibliografia del máster. "Oh, Jerusalén" de Dominique Lapierre y Larry Collins, que seguramente debía haber leído antes, cosa que no hice. Pero nunca es tarde, y espero que la sensación que me ha producido al leer este libro sobre un conflicto del que me considero una verdadera apasionada sea un buen presagio para esta nueva etapa que va a comenzar.
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"Aquella tarde de mayo de 1948, el lamento de las gaitas se extendió por última vez en el laberinto de viejas callejuelas. Anunciaba la salida de los soldados británicos que habían ocupado la vieja ciudad de Jerusalén. Impasibles, marchaban silenciosos en grupos de ocho o diez, y el martilleo de sus borceguíes punteaba la melodía. Encuadrando a cada grupo, dos hombres, metralleta en mano, vigilaban atentamente las fachadas y terrazas del universo hostil que atravesaban. En las ventanas o en los umbrales de las sinagogas y escuelas religiosas de la calle de los judíos, los viejos de luengas barbas contemplaban el desfile. Durante tres mil años, sus antepasados habían visto partir a muchos otros ocupantes: asirios, babilonios, persas, romanos, cruzados, árabes y turcos. Hoy les tocaba el turno, a los militares británicos, de abandonar aquellas murallas tras un triste reinado de treinta años. Pálidos y encorvados por una existencia dedicada por completo al estudio, aquellos ancianos encarnaban la perennidad de la presencia judía en Jerusalén. Rabinos, talmudistas o doctores de la ley, parcela casi olvidada de la comunidad dispersa, habían sobrevivido de siglo en siglo. Habían santificado el día del sábado y regulado cada acto de sus pobres vidas según los preceptos sagrados. Se habían aprendido de memoria los versículos de la Torá y copiado de nuevo cuidadosamente los textos del Talmud, que se transmitían de generación en generación. Cada día acudían a postrarse ante el Muro de las Lamentaciones, implorando al dios de Abraham que hiciera regresar a su pueblo a esta tierra de la que había sido expulsado. Nunca este día pareció más próximo. "


martes, 23 de octubre de 2012

Escribió Khalil Gibrán sobre el amor..

" Dijo Almitra: - Háblanos del Amor.
Y él levantó la cabeza, miró a la gente y una quietud descendió sobre todos. Entonces, dijo con gran voz:
- Cuando el amor os llame, seguidlo. Y cuando su camino sea duro y difícil. Y cuando sus alas os envuelvan, entregaos. Aunque la espada entre ellas escondida os hiriera. Y cuando os hable, creed en él. Aunque su voz destroce vuestros sueños, tal cómo el viento norte devasta los jardines. Porque, así como el amor os corona, así os crucifica. Así como os acrece, así os poda. Así como asciende a lo más alto y acaricia vuestras más tiernas ramas, que se estremecen bajo el sol, así descenderá hasta vuestras raíces y las sacudirá en un abrazo con la tierra.
Como trigo en gavillas él os une a vosotros mismos. Os desgarra para desnudaros. Os cierne, para libraros de vuestras coberturas. Os pulveriza hasta volveros blancos.. Os amasa, hasta que estéis flexibles y dóciles. Y os asigna luego a su fuego sagrado, para que podáis convertiros en sagrado pan para la fiesta sagrada de Dios. Todo esto hará el amor en vosotros para que podáis conocer los secretos de vuestro corazón y convertiros, por ese conocimiento, en un fragmento del corazón de la Vida.
Pero si, en vuestro miedo, buscareis solamente la paz y el placer del amor, entonces, es mejor que cubráis vuestra desnudez y os alejéis de sus umbrales. Hacia un mundo sin primaveras donde reiréis, pero no con toda vuestra risa, y lloraréis, pero no con todas vuestras lágrimas. El amor no da nada más a sí mismo y no toma nada más que de sí mismo. El amor no posee ni es poseído. Porque el amor es suficiente para el amor.
Cuando améis no debéis decir: «Dios está en mi corazón», sino más bien: «Yo estoy en el corazón de Dios.»
Y pensad que no podéis dirigir el curso del amor porque él si os encuentra dignos, dirigirá vuestro curso. El amor no tiene otro deseo que el de realizarse. Pero, si amáis y debe la necesidad tener deseos, que vuestros deseos sean éstos:
Fundirse y ser como un arroyo que canta su melodía a la noche. Saber del dolor de la demasiada ternura. Ser herido por nuestro propio conocimiento del amor. Y sangrar voluntaria y alegremente. Despertarse al amanecer con un alado corazón y dar gracias por otro día de amor. Descansar al mediodía y meditar el éxtasis de amar. Volver al hogar con gratitud en el atardecer.. Y dormir con una plegaria por el amado en el corazón y una canción de alabanza en los labios.. "
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Y sobre el matrimonio..
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" Entonces, Almitra habló otra vez: - ¿Qué nos diréis sobre el Matrimonio, Maestro?
Y él respondió, diciendo:
- Nacisteis juntos y juntos para siempre. Estaréis juntos cuando las alas blancas de la muerte esparzan vuestros días. Sí; estaréis juntos aun en la memoria silenciosa de Dios.
Pero dejad que haya espacios en vuestra cercanía.
Y dejad que los vientos del cielo dancen entre vosotros.
Amaos el uno al otro, pero no hagáis del amor una atadura.
Que sea, más bien, un mar movible entre las costas de vuestras almas.
Llenaos uno al otro vuestras copas, pero no bebáis de una sola copa.
Daos el uno al otro de vuestro pan, pero no comáis del mismo trozo.
Cantad y bailad juntos y estad alegres, pero que cada uno de vosotros sea independiente..
Las cuerdas de un laúd están solas, aunque tiemblen con la misma música.
Dad vuestro corazón, pero no para que vuestro compañero lo tenga.
Porque sólo la mano de la Vida puede contener los corazones.
Y estad juntos, pero no demasiado juntos. Porque los pilares del templo están aparte. Y, ni el roble crece bajo la sombra del ciprés ni el ciprés bajo la del roble. "
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KHALIL GIBRÁN, "El profeta"



lunes, 22 de octubre de 2012

La Caída de los Gigantes

Como comentaba ayer mismo, mi "empacho" de Ken Follett tambien se debe a que estos días he estado leyendo "La caída de los gigantes", la primera parte de su nueva trilogía. No se si de momento tendré tiempo de leer la segunda, "El invierno del mundo", pero de lo que estoy segura es que tendrá un rinconcito en mi wishlist.
Ken Follet regresa con la trilogía The Century, donde combina la ambientación épica y el drama humano, sello distintivo en sus obras, a una escala nunca antes concebida, ni siquiera por él.
Con la misma habilidad que en sus best sellers ambientados en la Edad Media, en The Century, sigue los destinos entrelazados de tres generaciones de cinco familias: una galesa, una inglesa, una rusa, una alemana y otra estadounidense.
La primera novela, La caída de los gigantes, está enmarcada en los cruciales acontecimientos de la Primera Guerra Mundial y la Revolución Rusa. La siguiente se centra en la Segunda Guerra Mundial y la tercera, en la Guerra Fría.
The Century narra en esencia el siglo XX y permite contemplar en primera persona una de las épocas más convulsas, violentas y determinantes de la historia.
Una trama épica y apasionante, desde Washington hasta San Petersburgo, del peligro y oscuridad de las minas de carbón a los destellos de las lámparas de las mansiones de la aristocracia. La escala inicial de este viaje a lo largo del siglo XX, donde conocemos a la primera generación de los protagonistas:
- Los Williams. Mineros de carbón en Gales. David es un hombre religioso, miembro activo del sindicato minero, estricto y amante de su familia. Billy y Ethel, sus hijos, lucharán con éxito por sus derechos y por la emancipación de la clase obrera y de las mujeres.
- Los Fitzherbert. Aristócratas ingleses. El conde Fitzherbert, dueño de las minas y heredero de la gran mansión Ty Gwyn, está casado con una princesa rusa, Elizaveta, elitista y cruel. Lady Maud Fitzherbert es la hermana del conde y muy distinta de él. De ideas avanzadas, cree en la democracia y el sufragio universal.
- Los Kostin. Los hermanos rusos Grigori y Leonid no pueden ser más opuestos. Grigori es serio y trabajador; Leonid, por el contrario, un libertino. Pero a ambos les une una infancia cruel.
- Los Ulrich. Aristócratas alemanes muy bien relacionados. Robert trabaja en el servicio de inteligencia del Estado Mayor austríaco.
- Los Dewar. Miembros de la alta sociedad estadounidense. Gus Dewar, hijo del senador Cameron Dewar, es asesor del presidente Wilson. 
Todos ellos se entremezclan de una manera dinámica y apasionante en esta historia que nos ayuda  a conocer un poco más sobre una de las épocas más convulsas que ha vivido nuestro planeta, y de la que desgraciadamente las siguientes generaciones no aprendieron y tuvieron que volver a repetir.

 

domingo, 21 de octubre de 2012

Empacho de Follett


Sorprendentemente en estas últimas semanas me he inmerso por completo en la vida y obra del novelista galés Ken Follett. Primero engullendo de una sentada la mini-serie de 8 capítulos sobre "Los Pilares de la Tierra" que emitió Cuatro hace algun tiempo y que aún no había tenido tiempo de ver. Aunque recuerdo que la novela se me hizo tremendamente larga y pesada en su momento (1000 páginas que tardé todo un verano en leer!), la serie es sin duda una super producción muy bien lograda que engancha des del primer momento y te deja con ganas de más. Por eso ya me estoy mordiendo las uñas esperando que la misma cadena emita la segunda parte, "Un mundo sin fin", recientemente estrenada en USA pero sin fecha todavía en España a pesar de que la cadena ya está anunciando su estreno a bombo y platillo. 


 
 Trailer "Los Pilares de la Tierra"


Trailer "Un Mundo Sin Fin"
 

domingo, 14 de octubre de 2012

Who's Afraid of Shariah?

-by Sumbul Ali-Karamali
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Hasn't the whole notion of shariah in America gotten a bit out of control? No, it hasn't -- it's gotten hugely, obscenely, ignorantly out of control. How many of those anti-Islam protesters holding "NO SHARIA LAW" signs (as if anyone were advocating shariah law in the U.S.) actually know what the word means? I'd say, oh, none. Roughly.
Shariah (also spelled shari'ah or sharia or shari'a) is the Arabic word for "the road to the watering place." In a religious context, it means "the righteous path." Loosely, it can mean simply, "Islam."
There are six principles of shariah. They are derived from the Qur'an, which Muslims believe is the word of God. All Islamic religious rules must be in line with these six principles of shariah.
Aha! The six principles must be about killing infidels, veiling women, stoning people for adultery, honor killings and female genital cutting, right? Nope.
Here they are, the six principles of shariah:
1. The right to the protection of life.
2. The right to the protection of family.
3. The right to the protection of education.
4. The right to the protection of religion.
5. The right to the protection of property (access to resources).
6. The right to the protection of human dignity.
Well, bless me, as a pledge-of-allegiance-reciting, California-raised Muslim girl, these six principles sound a lot like those espoused in my very own Constitution of the United States. Except that these were developed over a thousand years ago.
This is the core of shariah -- these six principles. The term "shariah law" is a misnomer, because shariah is not law, but a set of principles. To Muslims, it's the general term for "the way of God."
But how do we know what the way of God is? Early Muslims looked to the Qur'an and the words of the Prophet Muhammad to figure this out. They filled books of interpretive writings (called fiqh) about how to act in accordance with the way of God. They rarely agreed -- the fiqh is not just one rule, but many differing opinions and contradictory rules and scholarly debates.
Sometimes, shariah also refers to the whole body of Islamic texts, which includes the Qur'an, the sayings of the Prophet, and the books of interpretive literature written by medieval Muslim scholars. The first two are considered divine. The interpretive literature, the fiqh, is not.
The fiqh was meant to develop and change according to the time and place -- it has internal methodologies for that to happen. It is not static, but flexible. No religion gets to be 1400 years old and the second largest in the world unless it's flexible and adaptable.
The Qur'an is old. The fiqh books of jurisprudence are old. To modern eyes, they can look just as outdated as other ancient texts, including the Bible and Torah. That's why, just like the Bible and the Torah, the Islamic texts must be read in their historical context.
Assuming all Muslims follow medieval Islamic rules today is like assuming that all Catholics follow 9th century canon law. Islam, like Christianity, has changed many times over the centuries, and it continues to change. Focusing only on the nutcases who advocate a return to medieval times is ignoring the vast majority of modern Muslims.
For example, stoning for adultery is a punishment that appears in fiqh, as well as early Judaic law. But it does not appear in the Qur'an. In Islam, therefore, stoning was a result of cultural norms imposed on the religious texts. Moreover, in the fiqh, though the punishment for adultery was stoning, adultery was made such a fantastically difficult crime to prove that the punishment was impossible to apply. Historically, stoning was very rarely implemented in the Islamic world, which is ironic, since today the Saudi and Iranian governments apply it as though they'd never heard of the strict Islamic constraints on it.
The vast majority of Muslims today do not believe in stoning people for adultery, and many are working hard to eradicate it. Stoning is horrific and has no place in our world. The miniscule percentage of Muslims who advocate it are imposing the medieval penalty while ignoring all the myriad limitations meant to make it inapplicable.
As for other scary stories attributed to shari'a, like honor killings, veiling of women, and female genital cutting, these are cultural practices and not Islamic. They are practiced by non-Muslims of certain cultures as well as Muslims.
Shari'a is a set of religious principles and is not the law of the land anywhere in the world. The 50-some Muslim-majority countries are all constitutional states and nearly all of them have civil codes (many of these based on the French system). Being Muslim does not require a governmental imposition of something called "shari'a law," any more than being a Christian requires the implementation of "Biblical law" (though there are, of course, a tiny minority of both Christians and Muslims who do advocate such things, including Sarah Palin).
As for Islam being a political system, there is nothing in the Qur'an about an "Islamic state," and the Prophet himself never tried to implement an "Islamic state," despite hysterical accusations to the contrary. Those under his leadership practiced a variety of religions.
Traditionally, in the Islamic world, the institutions that governed were always separate from the institutions that developed religion. In fact, they often checked and balanced one another. Although no civilization has been free from all conflict, every Islamic empire was a multi-religious, multicultural empire, in which religious minorities were governed by their own laws.
The term "Islam as a religion and a state" really only became popular in the 1920s, as a reaction to Western colonization of the Muslim world. In fact, Islam contains plenty of concepts consistent with modern democracy -- for example, shura (consultation) and aqd (a contract between the governed and the governing). In other words, Muslims can be perfectly comfortable in America, following state and federal laws.
The Qur'an contains many verses advocating religious tolerance, too, though the anti-Islam protesters won't believe it. The Qur'an says that: God could have made everyone into one people, but elected not to (11:118); God made us into different nations and tribes so that we can learn from one another (49:13); there is no compulsion in religion (2:256); and that we should say, "to you your religion, to me mine" (109:6).
The only verses about fighting in the Qur'an refer specifically to the polytheistic Arab tribes who were trying to kill the Prophet in the 7th century. So the Islamophobes who look in the Qur'an for the fighting verses and assume that these verses refer to them personally are simply being narcissistic. Contrary to counting Jews and Christians as "infidels," the Qur'an repeatedly commands particular respect of Jews and Christians. It is established in Islam that you don't need to be Muslim to go to heaven.
Repeating a lie over and over again doesn't make it true; but it certainly results in people believing the lie. That's what the Islam-haters are counting on. That, and the ignorance about Islamic tenets.
So the best thing to do is find out what Islam really is about. Talk to a Muslim in person. Read an introduction to Islam (try a fun one like mine). Read Loonwatch to read about the holes in the anti-Islamic rhetoric. Or take a look at the University of Georgia's informational website on Islam, for some quick answers and further reading. If you read the anti-Islam fear-mongering websites, all you'll learn will be tall tales.
Bigotry may be a human tendency, but America has never stood for bigotry. I believe in an America that stands for pluralism and multicultural understanding. The hysteria and hate toward Muslims - resulting in several acts of violence against Muslims just this week, such as a stabbing and arson - is un-American. We must stop it, and the first step is understanding and education.
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Sumbul Ali-Karamali is an attorney with an additional degree in Islamic law, as well as the author of "The Muslim Next Door: the Qur'an, the Media, and that Veil Thing."

lunes, 8 de octubre de 2012

El Prisionero del Cielo

Debería decir que simplemente que me lo merezco. Sí, y mucho, por caer una vez más en la misma trampa. Quizás por tenerla tan a mano en mi e-book, por haberme quedado con algo de intriga al acabar "El juego del ángel".. que sé yo. Pero el caso es que una vez este literatura "popular" de best-seller me ha decepcionado. Amigo Ruiz Zafón: de tí no me lo esperaba, parecías majo, pero creo que finalmente tendré que usar para tí ese mote que ya leído en alguna que otra reseña de tus libros por aquí: RuizZafón-Planeta. Y es que después de leer la tercera parte de la saga de cuatro sólo puedo deducir eso, que escribes por y para el ranking de ventas de una editorial. Y eso, querido, está muy pero que muy feo :P
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La novela comienza con los personajes y escenarios habituales: la librería Sempere, Daniel y su mujer Bea, Fermín, el Cementerio de los Libros Olvidados y la Barcelona de finales de los años 50. Un enigmático personaje aparece de pronto en la librería y su presencia desata una serie de secretos sepultados que ponen en guardia a Daniel y a Fermín. La acción –y este será el cuerpo central de la novela– se traslada al final de la Guerra Civil española, cuando se desata en Barcelona la persecución contra los que apoyaron al bando republicano.
En la cárcel de Montjuic está preso el escritor David Martín, que tienen que sufrir las arbitrariedades del director, Mauricio Valls, intelectual con grandes amigos en el régimen que quiere ser escritor. La vida de David está ligada a la librería Sempere y a sus dueños, pues era un gran amigo de Isabella, la madre de Daniel, ya fallecida. Otro recluso del mismo penal resulta ser Fermín, quien cuenta años después a Daniel lo que allí le pasó y el destino de los compañeros de prisión. Los protagonistas de esta historia vuelven a encontrarse al cabo de años, y seguro que serán los protagonistas de la próxima novela, pues la intriga queda abierta.
Ruiz Zafón da a su novela una ambientación gótica, oscura, en blanco y negro. La España que aparece también tiene esos rasgos, aunque hay en esta nueva entrega más luz que en las anteriores. Se nota en que, aunque siguen apareciendo muchos tópicos, hay más contrastes y más variedad. Ruiz Zafón carga las tintas en el personaje de Mauricio Valls, que encarna lo peor del franquismo. Se trata de un hombre despiadado, sibaritamente cruel, inhumano, a quien no le tiembla el pulso para sentenciar a muerte al que se ponga a tiro. Todo lo que acontece en la cárcel, con escenas que recuerdan a El conde de Montecristo, resulta muy visto. En el debate entre el director de la cárcel y el escritor David Martín, muy popular en su tiempo, puede apreciarse una subliminal réplica de Ruiz Zafón a los que han criticado sus novelas por simples, maniqueas y de poca calidad.
Menos que en las anteriores novelas, las referencias religiosas son pocas, tópicas y poco trascendentes, aunque no esquiva Ruiz Zafón lugares comunes y referencias negativas a la Iglesia. Lo mismo puede decirse del erotismo, con escasa carga argumental en la novela. Ruiz Zafón utiliza recursos y técnicas de la novela popular que ya suenan a trillado y rebajan mucho el alcance estético de la novela, tanto en lo que se refiere a su contenido y mensaje como a su calidad literaria. Para sorprender y enganchar al lector, cada cierto número de páginas Ruiz Zafón introduce giros que abren una nueva intriga. Y de una intriga sin resolver a otra intriga resuelta a medias se llega al final de la novela; y así se pone a los lectores en el disparadero para que compren la próxima entrega. Para entonces, espero tener algo mejor que hacer.